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Elección de intendentes regionales

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Para el segundo semestre de este año ha anunciado el Gobierno el envío al Congreso del proyecto de ley que establece la elección directa de intendentes regionales, con la intención de que en octubre de 2016, junto con los comicios municipales, se lleven también a cabo los regionales, que incluirían a los consejeros e intendentes.

Avanzar hacia estos objetivos de descentralización parece un camino ya trazado. El sistema hoy vigente ha ido quedando desfasado frente a una ciudadanía con cada vez mayores niveles de educación e ingreso, con acceso a tecnologías que la hacen disponer de información y redes como nunca antes, y con un creciente grado de empoderamiento. Asimismo, las regiones han ido cobrando más relevancia, además de hacerse evidentes las diferentes realidades que viven unas y otras. Más aun, hoy existen consejeros regionales electos popularmente, pero cuya autoridad superior, el intendente, es designada.

Con todo, el paso que supone la elección de intendentes es grande y conlleva riesgos importantes de otra naturaleza. El primero de ellos es de carácter más bien cultural, y se relaciona con la tendencia -muy marcada a nivel latinoamericano- a privilegiar en exceso el interés propio por sobre el interés general. Esto explica en parte por qué la gran mayoría de estos países terminó conformándose como Estado unitario, y el fracaso del breve experimento federalista chileno. La tendencia a la fragmentación política es otro síntoma de eso mismo, y no sería descartable que no pocos intendentes electos tiendan a transformarse en una suerte de caciques locales, que vayan perdiendo el vínculo con los partidos y los intereses nacionales, y mirando su región como una zona independiente. En esta línea, resulta clave reflexionar acerca de las atribuciones que deberían entregarse a los intendentes, abriendo espacios de descentralización y autonomía, por una parte, pero siempre dentro del contexto de un estado unitario.

Por otra parte, el aspecto financiero es un factor crítico. No es posible tener intendentes electos sin que cuenten con recursos propios sobre los cuales decidir, en un monto suficiente como para tener efectos en sus localidades. Pero no está claro a cuánto deban alcanzar esos recursos ni cuál deba ser su origen. En este último punto, regiones productivas como Antofagasta buscarán que sea local, con la lógica de que lo que la región produce debe quedar en ella; pero eso iría en desmedro de regiones como La Araucanía.

En suma, la elección de intendentes es una aspiración hacia la cual avanzar, pero hay un proceso complejo que llevar a cabo para alcanzarla.

El sistema hoy

No es posible

'La probabilidad de perder en la lucha no debe disuadirnos de apoyar una causa que creemos que es justa.'.

Estamos próximos a cumplir dos meses desde los terremotos ocurridos el 1 y 2 de abril en la zona norte del país.