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Que cumplan plazos es el deseo en Día del Padre

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l Con regalos a la orilla de su cama fue el despertar de Rosalindo Pérez en el Día del Padre y en la casa de emergencia que habita con su esposa y uno de sus hijos.

Fue un día especial por el hecho de no estar en su casa y con las incomodidades propias de su actual situación, asegura Rosalindo Pérez.

Por lo mismo espera que se cumplan los plazos prometidos para la reconstrucción. 'Esperamos que el delegado presidencial cumpla con lo que prometió al señalar que el 16 de julio estarán las casas que construye la minera Doña Inés de Collahuasi', señaló Pérez.

Por su parte, su esposa Lucinda Donoso, señaló que el proceso de entrega de subsidios no ha sido el más correcto. Ello porque existen dueños de departamentos que vivían del arriendo de sus inmuebles y tras el terremoto quedaron sin su única fuente de ingresos.

'Hay una abuelita que ocupaba el dinero del arriendo para comprar sus medicamentos, ahora quedó sin departamento y sin dinero para comprar los medicamentos. Acá hay gente con recursos que está recibiendo los subsidios que está entregando el Estado, como por ejemplo un matrimonio que trabaja en una minera. Ellos no tienen necesidad de pedirle al gobierno que les den un subsidio de arriendo, pero sí quien realmente lo necesita como esta abuelita que perdió su ingreso mensual'. J

Regalan parrilladas a los papás

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l El terminal Agropecuario celebró el Día del Padre con regalos, consistentes en una parrillada.

Los ganadores fueron Yanko Saavedra, Irma Ramos escobar y Gabriela Cuevas.

El sorteo se realizó en presencia del numeroso público presente en el acceso principal del Terminal Agropecuario.

El ministro de fe fue el presidente del directorio del Terminal Agropecuario S.A., Juan Zapata.

Los premios no solo fueron una parrillada, pues para agazajar a los papás también se entregaron bolsas con carbón y un set de cuchillos y tabla para picar carne.

En el sorteo participaron más de cinco mil cupones y los clientes podían participar después de efectuar compras en los locales del centro comercial .

Fue así como al momento del sorteo el entusiasmo se apoderó de los participantes que esperaban transformarse en uno de los ganadores. J

Solos y en casa de emergencia celebraron el Día del Padre

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'Tengo rabia porque me acuerdo que los llevaba en mi hombro a pasear por la plaza o a ver los desfiles y hoy no se acuerdan para nada de uno'.

Es la reflexión de Gustavo Hans Acuña, que a sus 77 años de edad ayer pasó el Día del Padre en una casa de emergencia en el sector de Las Dunas, solo acompañado por su esposa Rosa Marchant.

Asegura que nunca se imaginó que con el tiempo sus nueve nietos y su única hija lo olvidarían. Dice que la última vez que lo llamaron fue para el día del terremoto para preguntarle cómo estaban y nada más.

Pero cuando rememora el hecho, su esposa por más de 41 años, Rosa Marchant lo abraza y lloran juntos. 'El es una persona muy buena. Si se muere yo me voy con él', dice su mujer. Mientras que Gustavo Hans le responde: 'Es la ley de la vida, de quedarse sin los hijos, pero nunca pensé que se olvidarían por completo'.

Entre los dos se dan ánimo a medida que conversan. Esto porque los últimos años no han sido nada de fáciles para el matrimonio. Cinco meses antes del terremoto juntaron todos su ahorros y compraron un departamento en Las Dunas I, transacción que costó 25 millones de pesos. Si bien alcanzaron a ocuparlo, fue breve el tiempo porque tras los movimientos telúricos el inmueble quedó con serios daños.

Luego estuvieron más de un mes en el cerro viviendo en una carpa, lo que les significó que se enfermaran. Ella quedó con problemas en sus piernas.

Ahora están en una casa de emergencia y en su interior nada les sobra, todo lo contrario, les falta mucho porque después de los sismos debieron vender sus muebles al no tener dónde dejarlos. Tras el esfuerzo de toda una vida solo se quedaron con una cama y la cocina. Incluso, su comedor, donde almuerzan y toman desayuno es un velador. Más allá está su ropa apilada en cajas.

Ayer el despertar de Gustavo Hans fue como todos los días. Con un beso de su esposa, pero esta vez le deseó feliz día. Le preparó el desayuno y para el almuerzo le cocinó pollo asado con arroz.

Así Gustavo Hans celebró el Día del Padre, en medio de la soledad, junto a su única compañera de toda una vida.

Gustavo se resigna y dice 'qué importa a esta altura de la vida, solo tengo que disfrutar con mi esposa el poco tiempo que nos queda y olvidarse de todo. Somos los dos y nada más'.

Ella insiste que no logra entender que sus nietos, que son profesionales, que trabajan en la minera y profesores, los abandonaron totalmente, al igual que su hija.

De todas formas Gustavo sonríe para la fotografía junto a su única compañera, una imagen que durante el Día del Padre muchos iquiqueños se tomaron repletos de hijos y nietos. J