l Durante 80 años que Maira Maita Bustamante visita a la Virgen del Carmen en el pueblo de La Tirana.
'Desde muy pequeña que mis padres me traían a la fiesta y esta tradición la mantengo con mis tres hijas, a quienes siempre les dije que nunca hay que perder la fe en la Virgen del Carmen', señaló.
Ayer fue un día especial para ella porque se cumplían cinco años del fallecimiento de su esposo. Pero su dolor logra llevarlo adelante gracias a la compañía de sus hijas y de la Virgen del Carmen, esto porque desde que quedó viuda se compró una casa en el pueblo.
Aseguró que seguirá asistiendo a la fiesta religiosa hasta que su salud se lo permita. 'Por eso doy gracias a la Virgen que cada año permite que pueda estar con vida y salud'.
Durante estos 80 años ha visto la transformación en el desarrollo de la fiesta.
'Antes era mucho más sacrificado llegar hasta el pueblo, porque el acceso era difícil, no había iluminación ni agua, las calles no estaban pavimentadas y asistían muchos más bailes, pero sí menos gente. Antes se venía al pueblo por devoción y por la fe. Ahora algunos llegan a pasarlo bien a La Tirana sin resaltar el verdadero fervor que se vive cada año en el santuario', señaló Maira Maita Bustamante. J
l Maira Maita recordó que antes se iluminaban con chonchones y que para tener agua debían caminar hasta un pozo para extraer el vital elemento.