La batalla por retomar las vidas tras dormir en la calle
Distintas razones son las que llevan a las personas a vivir en situación de calle, pero las dificultades que deben sortear quienes cuentan con la voluntad para retomar sus vidas muchas veces es desconocida.
'Llegué a gastar todo mi sueldo en este vicio. Poco a poco lo estoy dejando, pero no sé cómo llegué a este extremo. El tomar me produce algo indescriptible y me hace salir de la realidad', relata Samuel Silva, quien llegó a Iquique desde Osorno con un grave problema de alcoholismo.
Como muchos, fue en su juventud cuando comenzó a beber los fines de semana, pero que rápidamente necesitó hacerlo todos los días y a cada rato.
Este hombre de 48 años confiesa que su vicio lo llevó a vivir 4 meses en situación de calle, 'pasando de ruco en ruco y compartiendo con gente que no conocía'.
Su primer intento de rehabilitación fue hace tres años cuando el asistente social de hospital lo derivó a un centro de ayuda en El Colorado, lugar donde encontró 'la primera esperanza para salir adelante. Luego llegué a un centro evangélico, donde el régimen era estricto y me ayudo a disminuir mi vicio'.
Samuel es una de las personas en proceso de rehabilitación en el centro de la fundación Efad en Iquique, que cuenta con el apoyo del ministerio de Desarrollo Social y recursos de Senda.
'Acá encontré una familia, además de independencia y bastante apoyo. Fui el primero en residir 5 años en este lugar', relató Silva quien desea una oportunidad para un trabajo que le permita retomar definitivamente su vida.
Otro caso de superación es el de Sergio Fernández (57), a quien hace dos años le diagnosticaron cirrosis hepática.
'Perdí a mi mujer, no me di cuenta que mi mujer estaba enferma y no le presté los cuidados necesarios y murió de cáncer de mamas. Hoy estoy poco a poco recuperando a mi familia y conociendo a mis nietos', dice Fernández.
Asociado al consumo de droga también está cometer delitos con el fin de conseguir el dinero para obtenerla. 'Jano', tiene 30 años de los cuales más de seis los pasó en la cárcel, por robar.
Comenzó a delinquir a los 13 años, buscando la vida fácil.
'En la cárcel conocí de todo, perdí a mi familia y recién recapacite' expresa el joven que hoy lucha por alejarse definitivamente de los vicios.
Asegura que uno de los factores por los que llegó a situación de calle fue porque nadie le daba la oportunidad de reinsertarse.
'En Efad encontré una familia y la oportunidad de comenzar nuevamente con mi vida', manifiesta emocionado.
Otro caso es el de Andrés García (36) quien llegó a la ciudad arrancando de las malas amistades y la droga en Santiago, pero en Iquique fue peor, por el fácil acceso a las drogas en la ciudad.
'Estuve mal, llegué a robar a mi pareja y las cosas de la casa. Ahí me di cuenta que debía parar y decidí internarme. Ella gracias a Dios me apoyó y aún estamos juntos. En diciembre nos casamos', dice García esperanzado en que la vida le dé una segunda oportunidad.
Aunque sus historias son distintas todos saben que la carga que llevan los acompañará toda la vida y se trata de una lucha que deben ganar día a día. J
l Este es un proyecto de tratamiento para personas en situación de calle, que otorga atenciones en modalidad ambulatoria y comunitaria.