Fe a la Virgen del Carmen
A pesar de lo que digan algunos por ahí, aún existe verdadera devoción en La Tirana... ¿o acaso se olvidan de todos los que danzamos con fe y amor a la Chinita o del que vive cada rito de la fiesta con gozo en el corazón?. El comercio siempre ha existido, pero eso no es lo importante aquí en estas tierras hay para todos: para los que amamos a la Madre del Señor, para los que solo vienen a ver una actividad cultural, para los que vienen a carretear, etc.
Pero no por eso deja de ser una fiesta religiosa y gracias a quiénes, a los verdaderos peregrinos de corazón. Aquí no existe el 'lucirse', porque nadie se luce con 30 grados, bajo el sol imponente de la pampa o los menos 2 grados de frío en la noche; sería ridículo pensar que eso es lucirse. El que ve la fiesta con ojos comerciales o carnavalesco, es porque solo la considera eso, un comercio o carnaval, pero el que la vive como un momento de encuentro con el Señor a través de la Chinita, es porque realmente sabe lo que es la fiesta de La Tirana.
Esta es una fiesta evangélica, porque las palabras del Evangelio de San Lucas se hacen vida: 'Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones'. En esta tierra, no se venera a una estatua de madera, sino que se celebra la fe y entrega de una Mujer que gracias a su 'SÍ', cambio el curso de la historia en un antes de Cristo y en un después de Cristo. Aquí, la Virgen del Carmen es el motivo de reunión, pero el verdadero centro es Cristo, ya que gracias a Él, tenemos a tan hermosa Madre, una Madre que acoge tiernamente, educa con dulzura, corrige con ternura y evangeliza con certeza.
'Nadie puede entender los sentimientos que se funden en el canto con el baile, al venerarte, llenas mi vivir, todo es para ti'. (fragmento del canto 'al comenzar el compás', de la Diablada Siervos de María), por eso, el que no danza, no sabe lo que se siente al dejar mucho, por darlo todo.
En esta fiesta hermosa del Carmen de La Tirana, el verdadero promesante sabe que se puede cambiar la monotonía de la vida diaria, por días llenos de gozo, de fe, de color y de esperanza, en las palabras de la Santísima Virgen.
'Haced todo lo que Él os diga'. Por eso el celebrar a María, no es quitarle el honor a Cristo, es más, con Ella bendecimos al Señor del Universo; celebrar el 16 de Julio en La Tirana, es dar vida a las palabras de Jesús en la cruz: He ahí a tu Madre y desde entonces la recibió en su casa' (del Evangelio de San Juan). Es por eso que La Tirana es mucho más que todo lo mundano y lo superficial que el no creyente ve.
Es la unión del cielo con la tierra, la alabanza a Dios con platillos sonoros y tímbalos resonantes como lo dice el Salmo 150 y también la expresión de la danza confesadora de pecados, como la que hiciera el Rey David.
En resumen, la fiesta de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, es más que una leyenda, es la expresión viva del cristianismo sincero, humilde, sencillo y de corazón.
Alfredo Duglas Ormeño
Bailarín Pieles Rojas de Alianza.