A partir de una denuncia presentada por la Policía de Rusia a través de la Interpol, con un listado de chilenos que publican imágenes pornográficas de menores en un portal del país extranjero, la Policía de Investigaciones localizó a uno de ellos en su domicilio de Alto Hospicio.

Se trata de M.A.R.A. de 21 años, estudiante universitario que acostumbraba descargar e intercambiar imágenes de pornografía infantil reales y montadas, en las que figuran niños de sexo masculino desnudos y en posiciones de connotación sexual.

'El delito fue verificado a través de los vínculos de la PDI con oficiales de la policía Rusa, los que entregaron un archivo con la información de los usuarios chilenos que publicaron en el sitio donde se almacenan todo tipo de imágenes', informó el subinspector Alfonso González Carrasco, de la brigada del Ciber Crimen.

Por lo anterior, la brigada investigadora del Ciber Crimen Metropolitano, junto a la brigada de Delitos Económicos Bridec Iquique, coordinaron la búsqueda para identificar al usuario web, quien distribuyó aproximadamente 70 fotografías en la página extranjera.

'Con dicha información pudimos localizar el registro IP desde donde se subió el material, logrando identificar al usuario mediante las fechas y horas correspondientes a las imágenes denunciadas', especificó el subinspector.

Posteriormente y en coordinación con el Ministerio Público de Iquique, se emitió una orden para entrar y registrar la vivienda del acusado, donde los detectives incautaron como prueba dos notebooks y un disco duro externo.

El subinspector del Ciber Crimen informó que encontraron más material pornográfico del denunciado.

'Nos reportaron un total de 70 imágenes que circulaban por la web, pero al analizar los equipos, encontramos 400 imágenes de niños de sexo masculino, que mostraban sus genitales explícitamente', rectificó González Carrasco.

Agregó que en la colección, las víctimas parecen ser menores extranjeros, y se repite el patrón de fondo en las fotografías, tomadas siempre en lugares naturales.

El joven de 21 años fue detenido por las brigadas especializadas y reconoció su participación en los hechos.

El estudiante fue formalizado la tarde de ayer, por el delito de almacenamiento y difusión de material pornográfico infantil, en el que arriesga la pena mínima de 541 días y la máxima de hasta tres años.

En la audiencia se decretó la necesidad de cautela del imputado, quien permanecerá 70 días en prisión preventiva, con medidas de protección ante otros reclusos, mientras dure la investigación.

Además se estableció que en un futuro es probable que el acusado quede con prohibición de trabajar con menores.

La defensora María Olguín, catalogó como excesiva la medida cautelar de prisión preventiva decretada por el juzgado, dado que las penas atribuidas al ilícito son menores, y que incluso le permitirían cumplir una condena en libertad. J