Los obstáculos que la vida pone no fueron impedimento para que el fotógrafo iquiqueño Roberto Corona pudiera realizar el proyecto que le dio sentido a su vida.

Tras haber sufrido de un robo el año 2012 en su productora, Roberto no bajó los brazos y con la única cámara fotográfica que los delincuentes no se llevaron de su empresa, emprendió un viaje que le cambió la vida y la perspectiva.

Así nació 'Collecting Smiles', el proyecto que dicho por el mismo fotógrafo, 'permitió reconectarme con mi yo interno'.

'El 2012 hubo un cambio de chip. Cuando me entraron a robar, sentí como un balde de agua fría y dije, tanto trabajo y tiempo que invertí para que se desaparezca todo en una noche, al final en el estudio quedó una sola cámara y tomé esa misma y le di un significado mucho más importante que cuando recién comencé con mi empresa', contó Corona.

Con esa actitud, el fotógrafo iquiqueño proyectó lo que se venía para él.

A Roberto le ofrecieran realizar un video de inducción para una empresa, por lo cual se trasladó al sur de Chile, y en ese viaje se dio cuenta que necesitaba ser libre.

Luego de eso, viajó a Estados Unidos por 3 meses y un día, mientras estaba con su cámara en la mitad del Times Square, Nueva York, conoció a un hombre que Noruega que se acercó a él pensando que estaba mal. 'Esta persona se acercó a mi y después de hablar un rato me pidió una moneda chilena explicándome que él viajaba por el mundo recolectando monedas, y ahí pensé que podía también coleccionar algo, y miré mi cámara y comencé a coleccionar sonrisas y así hasta ahora', relató Roberto.

El recorrido fotográfico que Roberto ha realizado por el mundo, rescatando sonrisas, permitió unir a distintas etnias a través de la expresión que una persona irradia con la sonrisa.

Roberto Corona, a través de este proyecto personal, es reconocido en todo el mundo, inclusive a través del Fans Page 'Collecting Smiles', Corona tiene más de 11 mil fans de más de 40 países.

'Todas las fotografías tienen una historia detrás, una pareja de lesbianas recién casadas, no son sólo retratos, cada persona tenía algo que compartir, en una energía que ellos liberaban y sólo con una sonrisa', añadió el fotógrafo.

Para Roberto, Collecting Smiles fue la reinvención entre él y su Yo interno, y seguirá viajando por el mundo coleccionando las sonrisas, que con alegría irradian quienes son captados por su cámara. J