Durante la mañana del lunes un alemán de 69 años asustó a la FIFA. Se llama Theo Zwanziger, es juez, ex presidente de la Federación Alemana de Fútbol, actual miembro del comité ejecutivo de la FIFA, y quien disparó en un periódico: "No creo que el Mundial del 2022 se juegue en Qatar". Le preguntaron la razón y el juez Zwanziger apuntó: "Los médicos dicen -y he hecho que esto quede registrado en las actas del comité- que no pueden responder de las consecuencias de que un Mundial se juegue en verano, bajo esas condiciones". Lo del alemán, en todo caso, no es aislado: nadie quiere a Qatar y su Mundial peligra seriamente. Otra vez se ha formado un debate internacional en torno al calentamiento arábigo.
Los médicos han dicho que un futbolista puede perder la conciencia en un partido de tanta calentura. Y en Qatar se juega el fútbol a 45 grados de temperatura y se juega muy mal. Los doctores, por tanto, han señalado que los horarios comerciales de un Mundial pueden fatigar a cualquier crack. Por algo, en Qatar, los futbolistas entrenan a las siete de la mañana y los partidos los disputan de noche, sin gente. Ya habían surgido polémicas contra Qatar porque un dirigente de ese país, Mohamed Ben Hamman, habría comprado votos africanos para obtener la sede. Ahora la polémica se localiza en el sol.
No a la fatiga
Soto, de hecho, como miembro del Comité Estratégico del Fifpro (Federación Internacional de Futbolistas Profesionales), un sindicato instalado en 55 países, vaticina maniobras sociales contra el Mundial de Qatar. "Con el Fifpro tomaremos acciones", amenaza drástico. ¿Cuándo? "No tengo la fecha, nos quedan tiempo", contesta algo perturbado. Insiste: "Esto es inhumano". Alza la voz: "Nos van a tener que pescar alguna vez".
Por todas partes del planeta se difunden los llamados contra el Mundial de Qatar. En España y en Alemania proponen abrir una investigación, mientras Qatar, desesperado, propone soluciones delirantes: corren rumores que pretende realizar un Mundial subterráneo, o que sólo se juegue de noche. O instalarían aire acondicionado en cada estadio. Y hace unos días se informó que diseñan una nube gigante y portátil que aplaque las temperaturas en quince grados. J