Es común escuchar hablar de la glándula tiroides, sin saber con exactitud dónde está, ni por qué es tan importante. No obstante, mantener un control periódico de su funcionamiento es esencial para evitar malestares y complicaciones.
La tiroides es una pequeña glándula con forma de mariposa que se encuentra ubicada en el cuello, justo por encima de la clavícula y que cumple con una tarea primordial: producir las hormonas tiroideas relacionadas con procesos fisiológicos como el crecimiento, el desarrollo, la memoria, el aprendizaje, la reproducción, el ritmo con el que se queman calorías y la actividad del corazón, entre otras. Por la gran cantidad de actividades que desarrolla, se dice que es "el director de orquesta del cuerpo".
Según comenta la doctora Claudia Riedel, académica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Andrés Bello y autora de numerosos estudios sobre esta glándula, "la población femenina es la más susceptible a sufrir alguna enfermedad de tipo tiroidea, por lo que deben chequearse con mayor rigurosidad los niveles de hormonas tiroideas en la sangre, especialmente antes y durante el embarazo".
De la misma forma, la académica explica que las enfermedades más frecuentes de la tiroides se producen por deficiencias de hormonas tiroideas en el organismo, tal es el caso del hipotiroidismo y la hipotiroxinemia. Por otro lado, la sobreactividad de esta glándula provoca el hipertiroidismo. Otros trastornos que pueden afectar a la tiroides son aquellos de tipo autoinmunes. Además, el uso de algunos fármacos o ciertas infecciones vírales pueden producir desequilibrios tiroideos. J