La Presidenta Michelle Bachelet ha confirmado la decisión de su Gobierno de impulsar la elección directa de intendentes, una de las medidas contenidas en el informe que le entregó la Comisión Asesora para la Descentralización y Desarrollo Regional, integrada por 33 expertos.
"Llegó la hora de que los problemas se resuelvan en las regiones y no desde una oficina en Santiago", ha precisado la Mandataria, junto con admitir que el centralismo es una traba para el desarrollo. Las propuestas que le entregó la comisión incluyen reformas constitucionales, más capacidades y competencias administrativas, más recursos para las regiones, la tributación de las empresas en la ciudad donde tengan sus plantas, y más democracia y representación para los territorios. Por ello, ha anunciado que enviará al Congreso un proyecto de reforma constitucional que haga de Chile un Estado unitario, pero a la vez descentralizado.
Por años, se ha promovido la regionalización, pero ahora se requiere impulsar la descentralización, lo que significa que el nivel central deberá seguir la lógica de asignar mayores competencias y atribuciones a los gobiernos regionales y a los municipios. Como parte de ello, se incluirá la elección directa de los intendentes, de manera que éstos respondan a la gente que los eligió.
Largo ha sido el camino del proceso regionalizador, desde que se firmó el decreto ley 575, de 1974, que determinó la configuración de doce regiones en el país. Todos los gobiernos han hecho un aporte a este proceso. Se recordará que en la pasada administración se aprobó la elección directa de los consejeros regionales y la transferencia de competencias y atribuciones de los gobiernos. Cuando se apruebe la nueva normativa que anunciará el gobierno, también se podrá elegir a los intendentes. Y es en este caso donde la participación debería jugar un papel muy importante. Pero sería utópico pensar que sólo por la vía de la elección directa se resolverá el centralismo que ahoga a las regiones. Tan importante como establecer esta nueva normativa, es comprometer más recursos para las regiones, de manera que efectivamente puedan desarrollarse.