Los terremotos de abril pasado dejaron en evidencia las carencias de Iquique en materia de infraestructura vial, principalmente en puerto y rutas.
Las últimas visitas a Iquique del Ministro de Obras Públicas, se han orientado a impulsar más celeridad a los trabajos de reposición y reparación de la infraestructura dañada, y también a contrarrestar un abandono de décadas en alternativas de acceso terrestre y transportes.
Tras los terremotos, los sitios 1 y 2 del puerto de Iquique se vieron seriamente afectados. Sabido es, que el molo que abriga los sitios ha soportado décadas de deterioro, y que en épocas no muy lejanas ha sido objeto de millonarias mantenciones, pero, su vida útil ya se cumplió y su diseño no es adecuado para las actuales y futuras naves, lo que obliga a pensar en una nueva construcción y dotación de tecnología.
Las consecuencias sufridas por los daños sísmicos de abril en los sitios 1 y 2, fue que una significativa cantidad de contenedores fuera desviada a los puertos de Arica, Antofagasta, Callao y otros.
El puerto de Iquique está retrasado en inversiones de ampliación y equipos. No es un puerto muy seguro, es menos ágil que otros puertos. Recientemente, por sus intentos de aplicar otras políticas de entrega de contenedores, se han generado conflictos con transportistas y usuarios, los que sin duda pueden evitarse con una mejor disposición a compatibilizar los intereses de todas las partes.
La ruta 16 está colapsada prácticamente desde que entró en uso, y hoy en día, nadie podría dudar que un segundo y tercer acceso vial a Iquique es de una imperiosa necesidad desde hace más o menos 10 años.
La Presidenta anunció en el lanzamiento del plan de reconstrucción, iniciar estudios de un nuevo acceso a la ciudad por el sector norte, por el farellón costero adyacente al barrio industrial. Su habilitación generaría una significativa disminución del tránsito de carga por la ciudad.
Confiemos que las soluciones para la conectividad de Iquique y la región, se materialicen lo más pronto posible y no pasen a engrosar la larga lista de temas pendientes.