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Lugares "embrujados" en la región: historias tras las leyendas

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La región cuenta con muchos lugares "embrujados" en los que por años han existido historias y leyendas que le tratan de dar explicación a fenómenos paranormales y algunos de ellos siguen siendo enigmas.

La mayoría de estas historias están envueltas en tragedia y muerte, que a pocos días de una nueva "Noche de Brujas o Halloween salen a flote.

El académico del Departamento de Ciencias Históricas y Geográficas y del Departamento de Educación de la Universidad de Tarapacá y autor del libro "Fantasmas del Norte. Identidad, imaginarios y memoria", Patricio Rivera Olguín, explicó que la temática de los fantasmas en Tarapacá es parte de los imaginarios sociales locales similares a los del resto de occidente.

Sin embargo en Iquique, como en otras localidades, existen variados casos de fantasmas que responden a contextos históricos específicos de la región, que se asocian a figuras relacionadas con la presencia indígena, marcada por la existencia de antiguos cementerios o caletas prehispánicas, como es el caso de Los Verdes.

Según Rivera Olguín el caso de este fantasma es conocido en el ambiente hospitalario de hecho, cada funcionario nuevo es advertido de la aparición fantasmal; no se conoce, sin embargo, el motivo de sus apariciones ni la causa de su deceso. La imagen de la enfermera no tiene rostro, los relatos testimoniales se refieren a una mujer que por sus atuendos parece ser una enfermera, que se viste a la usanza clásica con toca y capa. Existe un elemento importante en la figura y es que ella no se contenta solo con mostrarse, sino que realiza funciones de enfermería.

"Los testimonios configuran un relato clásico de aparecidos, en que el miedo ha significado un factor importante en la no divulgación del suceso al exterior del hospital, como si se temiera una represalia de la aparecida por haber hecho pública su existencia. Lo anterior genera una relación de pertenencia del fantasma con el hospital, es decir, constituye su identidad", agregó.

Como la "Panchita" se conoce al fantasma de una enfermera que en vida se llamó Francisca. Ella trabajó durante años en el segundo piso del edificio del Seguro Obrero de Iquique, ubicado en la calle Serrano esquina Ramírez, en la unidad de atención al niño sano. Una de las cualidades que hace interesante a esta figura, es que tiene horario de presencia: aparece a la medianoche, presentándose con el cambio de hora y de fecha, pero no aparece durante el día, es decir, responde a un turno. Los relatos la describen como alta e imponente y de espalda ancha.

En el caso del condominio Campanario se habla de apariciones en los estacionamientos y sector de bodegas. El académico explica que esto sucede porque se ubica cerca de la "curva de la muerte", la cual causó muchas tragedias en los años setenta en jóvenes iquiqueños a bordo de autos.

Niño y espejo

"Este lugar es muy visitado sobre todo por jóvenes estudiantes, pero en los momentos que no hay visitantes es muy tranquilo. Al cerrar existen manifestaciones audibles".

Squeo comentó que históricamente se habla de un niño que corre por el segundo piso, del cual se oyen sus pisadas. Aclara de igual forma que la familia Astoreca tenía una hija que era menor de edad al momento de iniciar la construcción y los otros hijos varones tenían sobre los 18 años de edad, por lo que el supuesto infante no tendría relación con la familia. El patriarca de la familia falleció durante la construcción del edificio. La familia sólo la ocupó entre 1903 y 1909 y tras la muerte del patriarca quedó como casa de veraneo. La casa albergó desde 1909 a 1977 la intendencia regional.

"Una señora de origen aymara de más de 70 años vino una vez y ella dijo haber trabajado a principios de los 40 y que en esa época sentían a un duende que merodeaba y jugaba en el segundo piso", agregó.

El administrador dijo que no existe registro de lo que hubo antes de la construcción de la casa pero que lo más probable es que cuando el territorio era peruano en el lugar hayan existido casas de madera similares a las de El Morro donde vivieron personas de estratos socioeconómicos bajos.

Vida y muerte

"No hay respuestas para estas cosas. Atribuyámoslo que en el Norte Grande tiene una densidad de muerte muy potente. La presencia de la muerte es fuerte. Ya sean muertes trágicas (Santa María), muerte por desastres naturales (terremotos, tsunami), muertes políticas (por persecuciones, Dictadura). Todos estos elementos crean las condiciones para que en una mentalidad religiosa popular se represente esta muerte a través de la aparición de fantasmas, seres sobrenaturales".

Guerrero agrega que la relación de vida y muerte en el Norte Grande es muy de continuidad, no es que una persona se muera para siempre y dejó de existir, sino que sigue manteniendo una vida, que depende del tipo de vida y muerte que tuvo. "La muerte trágica siempre se representa a través de fantasmas como una especie de negarse a que está muerta", destacó. J