Gesto de solidaridad
Es más común que las personas se admiren ante un gesto de amabilidad que puede nacer de forma espontánea. Un gesto que bien puede parecer algo que debe ser una conducta habitual, en el actual sistema de vida que existe en Iquique y Chile, al parecer es algo fuera de lo normal.
Lo acontecido con el taxista que dejó su vehículo abandonado para ir en ayuda de una pasajera que debió dejar su hijo con autismo en el suelo y abrir el portamaletas de un taxi colectivo para sacar un coche, da cuenta de un acto de solidaridad que en estos momentos se puede definir como un valor perdido.
El "hombre de la corbata azul" como ella lo definió en una carta enviada a este diario, encarna los valores de servicio y solidaridad que las conductas individualistas no permiten apreciar.
La madre pidió ayuda al chofer el taxi en que viajaba para sacar el coche y atender a su hijo, pero esta acción fue rechazada por el transportista. Sin embargo este otro chofer no dudó en ayudar a la mujer atendiendo a su hijo y sin importar que perdiera tiempo o la seguridad de su móvil.
El regalo que ese chofer dejó a su hijo, una corbata, es una metáfora de que aún hay esperanzas en personas que piensan que hay algo gratificante en servir sin medida y en forma espontánea, en un acto desinteresado de generosidad y ayuda a su semejante.
La solidaridad es un acto de la conducta humana, es saber comportarse bien con la gente. Puede ser definida como los lazos sociales que unen a los miembros de una sociedad determinada entre sí.
Es definida por la sociología como la capacidad de entregarse a otros individuos pensando en estos como semejantes; actuando sin buscar una recompensa, sino en el valor esencial del ser humano.
La parábola del Buen Samaritano es aplicable a este ejemplo ocurrido en Iquique. El acto del hombre de la corbata azul puede ser definido por distintos credos religiosos como el de servir sin mirar a quien y hacer el bien sin pedir nada a cambio ni esperar recompensa.