Se presenta casi todas las madrugadas de invierno a la zona costera del desierto de Atacama debido a la intervención del anticiclón del Pacífico, que origina el choque entre las nubes del tipo estratocúmulos y el cordón montañoso que compone la Cordillera de la Costa; me refiero a la dama de Blanco, localmente denominada camanchaca.

Las nubes de origen marina y saturadas están en constante formación y evaporación entre los 600 y los 900 m.s.n.m. La escasez de lluvia (1 mm promedio anual), desde la Costa a la PreCordillera en la Región de Tarapacá, confiere un potencial hídrico a las neblinas costeras que han permitido el desarrollo de una biodiversidad adaptada a condiciones extremas, constituyendo los denominados oasis de niebla.

El primer lugar habitable en Chile, donde se instalaron estos instrumentos, fue la caleta Chungungo, en La Serena.La estación experimental de Alto Patache del Centro de Investigación del Desierto de Atacama de la Pontificia Universidad Católica de Chile, desde el 1997 cuenta con investigaciones de alto nivel acerca de la cantidad y calidad de la niebla.

El agua de la niebla presenta una concentración de iones superior en dos a siete veces al agua de la lluvia. Considerando la ausencia de la misma en el desierto de Atacama, es imposible hacer tal relación. Por tal motivo la concentración es mayoritariamente atribuida a la conglomeración de sales en el agua del mar y también al polvo (chusca) que se forma por los fuertes vientos o con la existencia de actividades humanas.

El Centro de Investigación y Desarrollo en Recursos Hídricos CIDERH de la Universidad Arturo Prat en convenio con el Centro del Desierto de Atacama de la PUC, iniciaron un estudio de la calidad de la niebla en Tarapacá, con instalación de un sistema especialmente diseñado para la colección de las muestras de agua de niebla en seis corredores de importancia en la conformación de neblina: los sectores de Junín, Patache, Guatalaya, Punta Gruesa, Pajonal y Chipana.

La falta de terrenos en Iquique es un tema que cada vez toma ribetes más preocupantes y abarca las áreas más diversas. Provocó el retraso en la instalación del campamento de emergencia tras los terremotos del 1 y 2 de abril y también fue factor para que la construcción del estadio se haya retrasado más de ocho años.

Actualmente son los espacios culturales los amenazados por esta escasez de terrenos, lo que se genera debido a que las inmobiliarias son capaces de pagar cada vez más por sitios en zonas céntricas y de mayor plusvalía.

Es así como el conjunto Kirqui Wayra tendrá que dejar su espacio en el centro de la ciudad por la venta del terreno.

Pero también otras compañías o dueños de espacios arrendados a la cultura son tentados y están en la disyuntiva de ceder ante las ofertas de terrenos que cuestan hasta 30 UF el metro cuadrado o seguir fomentando la cultura y el bien social, a quienes con esfuerzo arriendan estos lugares.

Esta amenaza se suma a los problemas en el Teatro Municipal, que tiene entrampada su restauración, o el salón Tarapacá, que no ha vuelto a abrir desde los terremotos. Junto a ello el espacio en la Casa de la Cultura no es el adecuado para generar eventos masivos.

La falta de recursos también le quitó el espacio a la compañía Antifaz, una de las más exitosas de la ciudad y que organiza el festival de teatro y danza más importante del norte del país, el Fintdaz.

Sin duda este problema que hoy afecta a los espacios culturales, también podría llegar a centros deportivos u otros lugares de esparcimiento, que podrían ir migrando hacia terrenos en el sector sur, de menor costo.

Mientras el plan regulador no incentive la construcción fuera del actual radio urbano, será competir con el precio.

La desaparición de estos espacios para dar lugar a nuevas construcciones en altura son, como dicen, la crónica de una muerte anunciada.

Aún es tiempo para hacer algo y el llamado es a regular una situación que además significa el aumento del costo de la vida, pese a que hace un par de décadas Iquique era atractivo por lo contrario. Una ciudad no puede dejar de tener arte y para eso deben estar los espacios.