Alcohol y barrios bohemios
Esta semana, trabajadores y dueños de restaurantes de Providencia hablaban ya de más de 800 despidos, debido a la normativa impuesta por el municipio mediante la cual se establecieron horarios de cierre para locales nocturnos y botillerías en cinco puntos clave de la comuna.
La determinación que encabezó la alcaldesa Josefa Errázuriz junto al concejo municipal, se tomó luego de realizar unos 24 cabildos junto a los pobladores de esta comuna. En otras palabras, la autoridad quería poner de relieve la voluntad y calidad de vida de los vecinos, versus las empresas y negocios asociados al entretenimiento nocturno en el sector.
Los hechos se vieron también condicionados por casos policiales registrados en Providencia en los últimos años, los que se asociaron al consumo de alcohol y a la diversión en locales del sector.
El caso de esta comuna debería servir de referente a la hora de tomar decisiones en otros puntos del país, no sólo a la hora de estudiar eventuales cambios de horario para el funcionamiento de negocios y el expendio de bebidas alcohólicas. Debería serlo también para buscar una organización territorial que permita en las ciudades el funcionamiento de estos locales nocturnos sin que esto entre en conflicto con la calidad de vida de los vecinos.
En Iquique, por ejemplo, puede venderse alcohol en pubs y discos hasta las 5 horas y en botillerías, hasta las 3 de la madrugada .
Hace algunos años, se habló de un barrio 'rojo', sin embargo este se asoció más a la prostitución que a locales nocturnos.
En Santiago estos barrios bohemios si funcionan, sin embargo en Iquique, no existe un lugar donde estén todos reunidos y se disgregan en distintas zonas residenciales, con las consecuencias que pueden tener para los vecinos.
Independiente de los horarios para la venta de alcohol, la planificación de la ciudad debería incluir sectores específicos para el desarrollo de emprendimientos nocturnos, que permitan que este sector de la economía tenga un nicho y cuente con la seguridad y restricciones necesarias para no afectar al resto de la comunidad. Hay que hacer un esfuerzo.