El "pole dance" o baile del caño toma más adeptos en la ciudad y ya no es algo sólo de mujeres, sino que los hombres se suman a esta moda y no porque quieran ser "strippers", sino que la utilizan como un acondicionamiento físico avanzado.

Francisco Díaz es uno de los que practica el caño hace varios años y se ha perfeccionado en la técnica. Incluso ganó diversos concursos y, ahora, hasta clases realiza del baile.

"Hago clases en el Estudio Danza2, donde tenemos a tres hombres que se han mantenido en el tiempo con nosotros y entrenan harto. Igual han pasado varios otros, pero se retiran, porque buscan cosas más para hacer músculos, como pesas y el pole dance, si bien tiene más técnica, igual es una disciplina que hace coreografías", explicó el bailarín.

Álvaro Oliva, quien es otro de los hombres que apostó por esta danza como método de acondicionamiento, manifestó que, tras ver unas performances de bailarines en el campeonato de Budapest se dio cuenta que para hacer giros, mantenerse en ciertas posturas y subir, había que tener mucho más que fuerza en las manos y los pies.

"Allí me di cuenta que no era sólo para mujeres y cuando la comencé a practicar, me di cuenta que era una buena actividad física. Necesitas coordinación, enlongación, flexibilidad, fuerza y no es fácil como la gente cree", expresó Oliva.

Es que ambos bailarines coincidieron en que es un proceso doloroso, ya que el ejercicio del "pole dance" va más allá de la sensualidad que se puede ver en cada movimiento, puesto que la concentración y la exigencia es mucha, para no terminar con moretones por los golpes o la fuerza que se realiza para afirmarse del caño.

Marco Fuentes, otro de los bailarines del caño, manifestó que comenzó hace tres años a practicarlo, primero en su casa, con algo de miedo, ya que no sabía cuál iba a ser la reacción de sus amigos cuando se enteraran de este "secreto".

"Yo comencé a bailar, un poco molestando a mi hermana que se compró un caño y bailaba. Ella una vez me hizo la apuesta que no podría hacer nada en él, porque no tenía fuerza y acepté. Me caí al segundo de subir y así comencé a practicar y era muy difícil, pero al final igual pude lograr el equilibrio", dijo Fuentes.

Gracias a que salió la novela "Las Vegas" Marco pudo contar su secreto y bailar para las amigas de su hermana y después se reía del tema.

Adeptos

Según lo expresado por Francisco Díaz, cada día son más hombres y mujeres los que practican el baile del caño y que se quieren especializar mucho más que el baile básico.

"Si bien, hay señoras que toman clases para bailarle al marido, hay otras chicas que les gusta este entrenamiento y siguen a niveles más avanzados. Había una chica que estuvo un tiempo en Iquique y luego viajó a Antofagasta. Allí nosotros viajábamos para ayudarla en su técnica y en el nacional amateur de caño, sacó el primer lugar", manifestó Díaz.

Mientras que Álvaro Oliva dijo que está feliz que él ya no entrene solo, sino que más hombres se sumen a este baile e instó a otros hombres a practicar esta técnica.

"La verdad es que se sorprenderán los que quieren tener fuerza y no es como se lo imaginan, sino que es muy doloroso. Así que les digo a todos que hay que ser macho para hacer pole dance", adujo Oliva.

Marco Fuentes, también recomendó el ejercicio. "A veces uno se siente como Tarzán o te sientes medio vedetto, pero da lo mismo, si la pasas bien, es bueno a veces hacer este ejercicio, que es más de concentración que las pesas y es recomendable para todos los que quieran más fuerza y enlongación". J