Explican cambios en Shakespeare
El contexto cultural, las historias con una multiestructura y diversas formas para ver una misma realidad, además de las ambigüedades existentes en la obra de William Shakespeare serán explicadas por Lucas Margarit, Doctor en Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, quien llega a la ciudad para dar una clase magistral llamada "Shakespeare: Entre la estabilidad y el desorden".
Margarit indicó que lo que busca en la ciudad es tener una interacción con las personas, para que ellos digan qué saben o creen del autor inglés, además de hablar sobre el contexto de la producción de Shakespeare y el por qué el autor a 450 años de su muerte sigue vigente en el contexto cultural y científico, todo con el fin de mantener viva la obra a través de los años.
"Yo sostengo que la obra de Shakespeare trabaja con ambigüedades, con no resoluciones y eso es por el proceso de cambios en el que vivía; el pasaje de un mundo medieval a uno moderno, lo que implica una nueva cosmovisión en la obra dramática", dijo Margarit.
Contemporáneo
Las dudas sobre la identidad, el espacio vacío que no se sabe si es parte de la ficción o la realidad, donde los límites de la realidad y ficción se mezclan, ya que todo el mundo es una representación para William Shakespeare. "Y esas representaciones son las que marcan la contemporaneidad de Shakespeare... También está mirada múltiple y en estas obras y los conflictos, que no siempre se resuelven", explicó el Doctor en filosofía.
Otra de las cosas que expresó el académico argentino es que William Shakespeare no descubre nada nuevo en sus obras, sino que todo está tomado de otras fuentes.
"La relación amorosa frustrada de Romeo y Julieta la toma de Ovidio, del libro 'Las Metamorfosis' y la elabora como una tragedia. Para 'Sueño de una noche de verano' toma la misma historia y la transforma en una comedia, para que veamos la maleabilidad de la fuente. Y lo contemporáneo de Shakespeare son las crisis, porque el hombre siempre está en crisis, será de una forma u otra, pero es siempre así, no puede establecerse un orden definitivo", dijo Lucas Margarit.
Además, el doctor en Filosofía y Literatura llamó a no fosilizar estas obras, ya que están llenas de vida, que hablan de qué somos, de donde estamos y que tienen un peso importante en este aspecto.
"No hay por qué ponerlo en un bronce o en un mármol, hay que vivirlo y dejar que se mueva", adujo Margarit. J