Asesino arriesga 20 años por matar a joven evangélico
Veinte años de prisión arriesga Cristián Ríos Bravo (20), tras matar fríamente con un balazo en la cabeza a Kevin Mikael Terrazas (17), por el solo hecho de creer que la víctima tenía intención de entablar una relación amorosa con su polola.
El asesinato ocurrió a las 4.30 de la mañana del sábado 23 de febrero de 2013, en las afueras de la discoteca Kamuva, donde asistió la víctima para disfrutar con amigos del grupo evangélico Betania.
El menor de edad falleció inmediatamente en el lugar a la vista de todos quienes a esa hora se retiraban del centro nocturno.
Dos horas antes, el homicida visualizó a la víctima dentro de la discoteca, se acercó para encararlo y decirle que por fin lo encontraba y luego que el joven evangélico rechazara su invitación a pelear fuera del recinto, le dijo que lo mataría de varios balazos cuando saliera del lugar.
Un amigo de la víctima escuchó la amenaza que dejó paralizado a Kevin sin poder divertirse en toda la noche, por lo que podría ocurrir.
Pasadas las cuatro y media de la mañana, Kevin salió de la discoteque para tomar un taxi y cuando consultaba la tarifa, se acercó el condenado quien lo ejecutó con una pistola de 9 milímetros, efectuando un disparo en la sien derecha que salió por el costado izquierdo. Murió instantáneamente.
Desde que ocurrió el hecho, la investigación duró un año y medio, tiempo que consideró la reconstitución de escena del crimen en el sector de Bajo Molle, para dilucidar con la ayuda de cuatro testigos claves todos los detalles importantes del crimen.
Finalizadas las pesquisas, el viernes 7 del presente mes comenzó el juicio oral, determinando el tribunal que hubo alevosía en el homicidio, de modo que Cristián Ríos arriesga una pena que va desde los 10 años y un día hasta presidio perpetuo simple (20 años). El próximo miércoles 19 se dará a conocer la condena determinada por el Tribunal de Garantía.
Celos
Durante el juicio se probó que el homicidio fue producto de los celos enfermizos de Cristián Ríos Bravo, los cuales nacieron tras creer que la víctima tenía intención de entablar una relación con su pareja, quien en la investigación policial declaró que conocía a la víctima, pero que nunca tuvieron un acercamiento.
"Todo fue producto de celos sin fundamentos que produjo que amenazara en varias oportunidades a Kevin, inclusive por Facebook, diciéndole que no podía meterse con la mujer de un bandido", dijo Matías Ramírez, uno de los abogados que representa a la familia afectada.
teme represalias
La madre del asesinado, Lidia Cruz Pérez, no está del todo conforme con el dictamen del magistrado. "Todos los años que le den a ese cobarde no me devolverán al Kevin. Solo quiero que pague, nada más que eso", dijo.
Aparte de tener serios problemas para superar esta situación, la mamá de Kevin teme por su vida, por represalias que podrían realizar los familiares de Ríos Bravo. "Ellos están acostumbrados a matar", confesó la mamá.
En el caso que ocurran hechos que vulnere la integridad de la familia, la Fiscalía de Iquique aplicará acciones de resguardo, indicó la fiscal Paola Apablaza. J