Candidaturas por adelantado
Los dichos del alcalde de Alto Hospicio, Ramón Galleguillos, sobre su interés de competir en una próxima elección municipal en Iquique y lo expuesto por el alcalde Jorge Soria, respecto a su posible desistimiento de la casa consistorial, marcaron un adelanto en la campaña electoral.
A dos años del proceso, este anuncio se suma al que han realizado algunos concejales de Iquique y de las comunas del interior; además de las acciones que, si bien no son oficiales por el cargo que ostentan, han demostrado ciertas autoridades oficialistas a través de un despliegue en terreno mucho más allá de sus competencias.
Fuera del cuestionamiento ético -que ha sido tema de debate en redes sociales- estos hechos permiten cuestionar a las autoridades y preguntarse dónde están puestos los acentos. Es más, tal vez sería válido preguntar si con ello se desencadena una suerte de descuido respecto al compromiso que hace poco tiempo adquirieron con los electores. Parece confuso, entonces, saber si su accionar está relacionado con sus compromisos pretéritos o dirigido a la búsqueda de un cargo de elección popular en los comicios del 2016.
El panorama electoral es cada vez más complicado y el voto voluntario genera un doble esfuerzo de los candidatos debido a la incertidumbre respecto al comportamiento de los votantes.
Actualmente el voto duro es más decidor, en el contexto que los antiguos indecisos o con poco interés por el proceso, hoy pueden no asistir. Justamente este motivo tiene intranquilo a un grupo de personeros políticos de todos los sectores, quienes proponen volver al antiguo sistema, lo que aumenta la mala percepción de la ciudadanía respecto a la política y a utilizar el sistema de acuerdo a su conveniencia.
En el caso de Tarapacá, han pasado menos de nueve meses de los dos terremotos y la economía está en el nivel más bajo según el último Informe de Actividad Económica Regional, lo que indica que no es el mejor momento para pensar en campañas. Además, no es justo para aquellos que no ostentan cargos, que deberán competir en condiciones desfavorables cuando se autorice el inicio de la campaña legalmente.