"San Carlos": La junta de vecinos que ha visto crecer a Iquique durante más de 60 años
La transformación urbana de Iquique está ligada a los cambios económicos, marcados por un vaivén de momentos gloriosos y otros de crisis, que se plasman hasta en el himno comunal; "Si supimos vencer el olvido, soportando un ocaso tenaz, evitemos que en estos instantes, el progreso nos pueda cegar...", lo que se refleja en el nacimiento de las primeras organizaciones de la ciudad.
A fines de los años '50 nacen las poblaciones San Carlos, el Barrio Norte Hospital y hacia el sur, la población Caupolicán. Todo esto bajo los conceptos de la autoconstrucción y sin ningún tipo de planificación. Se construía bajo el popular argumento de "temporal para siempre" y durante los años '70 se empieza a forjar, gracias a la industria pesquera, un nuevo Iquique que se iba a concentrar especialmente en el norte de la ciudad.
inicios de "La San Carlos"
La familia de Carlos Lay Galleguillos, a mediados de la década del '40, levantó su casa en forma ilegal en la esquina de lo que actualmente son las calles Sotomayor con 21 de Mayo.
Pese a que los carabineros del cuartel del Colorado, tenían órdenes de evitar a toda costa las tomas de terreno, Carlos Lay, supo defender su derecho y en 1949, levantó por segunda vez su hogar en el mismo lugar que él consideraba como suyo, volviendo a enfrentarse en diversas ocasiones a los uniformados.
Tomas
Como la policía ya no insistió en su afán de sacar a Carlos de este lugar, muchas personas de escasos recursos se pasaron el dato y se tomaron los terrenos colindantes, sin respetar conceptos urbanos, sin proyectar calles y pasajes. Donde había un espacio, se instalaba una casa y así nació la Población San Carlos.
En los inicios del barrio, las necesidades más urgentes dieron vida a las primeras organizaciones, que se abocaron a la construcción del alcantarillado y a demandar servicios como el abastecimiento de agua potable y el suministro eléctrico, cuya materialización son su mayor orgullo.
Esto le entregó una orientación a la naciente junta de vecinos "San Carlos", que partir de la autogestión resuelven sus inquietudes más urgentes, sin solicitar ningún tipo de ayuda a la Municipalidad o al gobierno de turno, levantando al barrio sin otro propósito que el bienestar común.
De esta historia da cuenta María Welsch, quien relata que nació en el barrio "San Carlos", del cual es presidenta de la junta de vecinos. Con orgullo destaca el rol de los pobladores como promotores del desarrollo del barrio. "Los vecinos ayudaron para llevar a cabo lo que ellos querían, tener su casita y esta sede como su centro social para reunirse", contó María Welsch.
El compromiso de los vecinos permitió materializar una serie de iniciativas. "Hemos postulado a un proyecto de mejoramiento de barrios, donde iluminamos las calles más oscuras y que son ocupadas por los bailes religiosos para ensayar y bailar durante las fiestas", comentó la dirigenta, quien agregó que para reunir fondos realizan lotas y platos únicos. Así entre ellos se ayudan en cualquier caso de emergencia, como sucedió hace unos meses, cuando una familia completa perdió todo lo que tenía en un incendio.
junta vecinal fiestera
No es extraño pasar por sus calles y disfrutar de los bailes religiosos. Incluso, el barrio fue protagonista durante los veranos pasados del conocido carnaval de San Carlos.
"Todo el año bailan, ensayan bandas y bailes. Aquí empieza La Tirana, luego continúa Tarapacá y la octava de San Lorenzo y bueno. Antes estaba también el carnaval que ya no lo estamos haciendo debido a que vino mucha gente de afuera y no sabía comportarse. La última vez que se hizo, se bajó un tipo de un auto y empezó a disparar al aire, desde ahí, nunca más se celebró", se lamentó María.
"de aquí me voy muerta"
La junta de vecinos "San Carlos" es como una gran familia. Entre ellos se cuidan, se conocen y comparten. Muchos de sus pobladores viven hace muchísimos años, incluso más de alguno vive desde que comenzó a crecer el barrio.
Es el caso de dos mujeres que tienen más de 80 años y que nacieron allí.
Yolanda Burquez, vive hace 60 años en la población, que para ella significa mucho . "Toda mi familia ha vivido aquí. Todos somos una familia con los vecinos. No la cambiaría por nada".
La vecina agregó que no participa mucho de las actividades que realizan en la sede, pero coopera como puede. "No salgo mucho porque aquí el hombre es celoso y jodido, pero compro números de lota y alguien juega por mi", rió Yolanda.
Otra pobladora que vive hace más de 50 años en "La San Carlos", es Fresia Roco, quien crió a sus hijos en el barrio y que, al igual que Yolanda, no la sacan de ahí hasta que muera.
"Yo fui parte de la directiva de la junta, nos conocemos todos. Yo trabaja tejiendo ropa para niños en la sede. No cambiaría por nada el barrio", dijo Fresia, quien agregó, "mis hijos me quieren llevar de aquí, pero yo no quiero".
Proyectos
Hoy en día, los vecinos del tradicional barrio San Carlos, están a la espera que se ejecute el proyecto de mejoramiento de barrio, que permitirá modernizar la fachada de la sede.
Tal proyecto está frenado desde el 2011. "No se ha presentado ninguna empresa aunque quiera trabajar con el municipio para ejecutar el proyecto", explicó la presidenta de la junta de vecinos, quien no pierde las esperanzas de materializar esta iniciativa.
Mientras tanto, los pobladores más jóvenes junto a la experiencia de los fundadores, siguen trabajando por las suyas para que su barrio crezca y sus hijos vivan en un ambiente familiar, orgullosos de donde vienen. J