No hay ninguna duda: es el peor Cobreloa de la historia. Un Cobreloa que con 8 puntos bordea el descenso y que tiene angustiado al pueblo de Calama. Más encima, el club está dividido por todas partes. En el camarín hay dos bandos; unos siguen a Roco, otros no quieren problemas. Y en la dirigencia también hay dos bandos: una mitad, compuesta de ocho dirigentes, quiere que llegue el Fantasma; los ochos dirigentes restantes quieren que Figueroa se conserve lejos.

Y, en medio de todo esto, al club prácticamente le toca definir un torneo sin querer. El equipo más malo del 2014 enfrenta al nuevo líder. Por eso, los verdaderos héroes del club, los históricos de los años ochenta, exigen que inmediatamente se ponga coraje en la cancha. Los históricos, a decir verdad, están avergonzados.

-¡Este equipo da pena!- grita con dolor Jorge Luis Siviero, el goleador de la era dorada de Cobreloa.

-Cobreloa no juega a nada…¡a nada!- chilla Washington Olivera, el ex delantero uruguayo.

-Me molesta este equipo- opina Víctor Merello, el motor del elenco de 1982.

Siviero, actualmente en la búsqueda de trabajo, recuerda, nostálgico, la época de oro. Esos días, dice, en que ponían kilos de huevos sobre el pasto. Hoy, al ver a un plantel sin calidad, se desmorona: "Cobreloa tiene una historia, hay que respetar a este club", reclama. Y, respecto del partido del domingo, admite el fracaso: "Cobreloa no tiene nada que hacer ante Colo Colo".

Argumenta que sería un milagro una victoria naranja. Y si bien el fútbol no es predecible, Siviero opta por una predicción: "Colo Colo pasará por encima, no hay ninguna posibilidad". J