Iquique sufrió por muchísimos años la mala calidad del agua potable, además de tener un subido precio. Fue el gran negocio que hacía una compañía inglesa. La fuerte acción colectiva de la comunidad iquiqueña obligó al Estado a construir obras fiscales para abastecerlas con agua potable de calidad a menor precio. Cuando la comunidad se mueve activamente se obtienen resultados como el señalado.

Hoy la población iquiqueña consume un agua potable de dudosa calidad y de alto precio. Hay informes antagónicos sobre la real calidad del vital elemento.

Hace tiempo atrás la municipalidad planteó ese asunto. El intendente de esa época afirmó que el vital elemento era de buena calidad. Lo que no dijo la primera autoridad regional que en la Intendencia se bebía agua filtrada contenida en bidones.

Por otra parte, dicen que las oficinas de la compañía de agua potable de Iquique tienen o tenían bidones con agua filtrada. ¿Qué podría significar eso?

Lo importante que de una vez por todas se sepa realmente la verdadera calidad del vital elemento. Una parte importante de la población desconfía de su buena calidad: consume agua filtrada.

Las autoridades deben satisfacer el legítimo derecho de contar con una información precisa, verídica, concluyente para disipar definitivamente las dudas y temores. Si hay que hacer mejor la calidad del agua potable se haga en un tiempo no muy generoso.

La comunidad debe reclamar más atención a esta cuestión de alto interés público.

Mario Zolezzi Velásquez

Imagina un mundo en que el fruto de tu trabajo y todas tus decisiones sean individuales, libres y soberanas.