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Las tradiciones que mantienen al baile Chino de Iquique como el más importante de La Tirana

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No es un baile machista, comenta el sociólogo Bernardo Guerrero, "sólo es un baile de hombres rudos que nace de los antiguos pirquineros de Andacollo que llegaron a Tarapacá en la época salitrera y que luego con su caída se establecen en el barrio Matadero de Iquique".

El baile chino, que tiene más de 400 años de historia, en Tarapacá se mantiene casi incólume frente a sus tradiciones y aún conserva la figura del Cacique, o líder vitalicio, que si bien ya no tiene el protagonismo de antes, es quien ayuda a conservar la tradición religiosa lo más pura posible.

El baile chino de Iquique a 106 años de su fundación, es mucho más reciente al baile N°1 de Andacollo fundado en 1584, sin embargo también es parte del reconocimiento de la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En Tarapacá son los únicos, y son los que lideran la fiesta religiosa más importante del norte, los custodios de la Virgen del Carmen, a esa fiesta que si bien llegaron como invitados a fines del siglo XIX, ahora son uno de sus principales actores, que se mantienen con sus flautas y tambores, por sobre las grandes bandas de las diabladas y los vistosos tinkus.

Es un baile austero y que se niega a perder sus tradiciones, como la que sólo bailen hombres y algunas niñas menores de 12 años. "Fue muy doloroso y aunque si bien bailé sólo tres años desde que nací acompaño a mi papá", comenta apenada Belén Iter (12), estudiante de séptimo básico del liceo María Auxiliadora, quien explica que las reglas son claras, "en el baile Chino de Iquique, ninguna niña de más de 12 años puede bailar".

Su conformación nace en 1868, cuando la fiesta de La Tirana aún era peruana, y como primer baile chileno invitado, tuvieron el honor de sacar a la virgen del templo, lo que se mantiene hasta la actualidad.

Tras el cierre de las salitreras los miembros del baile Chino se establecieron en el barrio Matadero de Iquique, donde la agrupación tuvo su mayor apogeo.

Iván Pasttení (80), cacique del baile y su más antiguo integrante, comenta que otros chinos han permitido que las mujeres bailen y si bien a él le gustaría, "la tradición es así y se debe respetar, además tenemos nuestra jerarquía y eso es así no más", comenta el antiguo matarife y trabajador ferroviario, quien baila desde los 9 años y que si bien reconoce que sus hijos nunca bailaron ahora se alegra con sus nietos que si pertenecen a la cofradía.

El caporal Daniel Mancilla (48), principal líder de la cofradía, explica que el Chino es un baile de hombres y sólo permitió a las niñas por decisión de un antiguo caporal que lo permitió por una sobrina, "acá debemos velar por nuestras tradiciones, pero también no se les permite bailar por el despliegue físico que requiere el baile".

Si bien en la actualidad son sólo cuatro las niñas que bailan, se trata de coreografías que exigen patadas y saltos que "cuando son señoritas no las pueden hacer. Acá no existe una banda y son los tambores y flautas los que marcan los pasos para las 18 mudanzas (cambios entre coreografías), las que debe hacerse con toda la energía para la virgen", sentencia el caporal.

Bernardo Guerrero además aclara que hay bailes antiguos que tampoco permiten hombres como las cuyacas, por lo que se trata simplemente de una tradición y no de machismo en la agrupación.

Actualmente el baile Chino se ha desplegado por toda la ciudad y entre sus integrante existe una diversidad de personas, donde hay taxistas, funcionarios públicos y comerciantes, entre otros.

AUSTERIDAD

Lejos de la vistosidad de las diabladas y el sonido de los bronces que adornan la fiesta religiosa más importante del norte, los chinos muestran su devoción a través de la simpleza de sus trajes del color de las carmelitas, con simples bordados y sus versos de devoción a la virgen.

Los chinos, sacan su nombre del lenguaje popular del norte chico, como termino denostativo para personas de baja condición social y que posteriormente se asoció como un sinónimo de servidor, supuestamente del quechua, "es la sobriedad, su humildad y su historia lo que la da su impronta, acá se viene a servir a la Virgen y donde no existe nada más que una conexión espiritual", comenta Raúl Fernández, diácono y bailarín chino.

El baile Chino de Iquique, cuenta con 120 miembros, de los cuales 80 son bailarines, la mayoría flauteros, como principiantes, quienes después de algunos años, y si se generan cupos, pueden recibir su tambor, para finalmente optar a la bandera y cantar a la virgen. Actualmente son 6 bandereros, los más antiguos en el baile.

Aunque muchas veces otras cofradías intentaron quitarles el honor de abrir la Fiesta de La Tirana, fue la misma Iglesia que por decreto de 1972 los nombra oficialmente como cautelantes de la imagen, que les permite ser los primeros en ingresar al templo cada 10 de julio para dar comienzo a la fiesta. Asimismo son ellos los que la acompañan en cualquier peregrinaje y si tiene que salir del pueblo también son sus custodios. Además son los que la bajan del camerino y los primeros en despedirse el 17 de julio de cada año. J