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Logran desarrollo de 30 especies marinas con arrecife artificial en Bahía de Pisagua

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Sin avizorar los resultados que lograrían, hoy ven con fascinación cómo simples bloques de concreto han permitido dar vida a más de 30 especies marinas en la bahía de Pisagua.

En el 2011, un grupo de investigadores liderado por el biólogo marino Carlos Merino iniciaron los trabajos que actualmente han posibilitado la creación de un arrecife artificial, el cual a la fecha luce como si fuese natural; convirtiéndose en el hábitat de peces, mariscos, equinodermos y algas.

A ocho metros de profundidad, en la Bahía de Pisagua, se han instalado 250 bloques arrecifales; teniendo como meta alcanzar los 300 hasta abril del 2015. Cada uno de estos es elaborado con hormigón y fierro, teniendo diferentes formas, sin embargo, poseen la particularidad de tener orificios que varían en dimensiones para albergar a diferentes especies.

Merino cuenta que los bloques de cemento han sido dispuestos en un área de 150 metros cuadrados; espacio donde hasta hace unos años solo existía arena y agua.

El investigador explica que la iniciativa de crear el arrecife artificial en dicha bahía se debe a que en gran parte del fondo del mar no existen rocas, lo cual permite que larvas de diferentes especies marinas mueran por no tener dónde habitar, perdiendo así importante producción en la zona.

"Las larvas cuando son guagüitas viven en la columna de agua. A medida que pasa el tiempo tienen que caer porque viven fijadas a la roca, pero si caen en la arena se mueren porque el mar la mueve y rompe a la larva; en cambio si caen a una roca se pegan y comienzan a crecer", detalla Merino mientras muestra un video donde se aprecia a las especies que hoy en día viven en el arrecife artificial.

Desde la instalación de los bloques arrecifales transcurrieron cinco meses y se comenzó a poblar de especies marinas las cuales actualmente superan las treinta entre las cuales se encuentra: peces de 11 tipos, pulpos, lapas, locos, erizos negros y rojos, jaibas, estrellas de mar, huiro, caracoles, entre otros.

"Decidimos colocar estas rocas artificiales y ahora tenemos más de 30 especies que se generaron a partir de las larvas que cayeron al fondo del mar y encontraron donde poder fijarse", comenta el director del proyecto el cual se denomina "Generación de arrecifes artificiales para el incremento de la producción y biodiversidad en el área de manejo de Pisagua y la creación de servicios turísticos de intereses especiales".

BENEFICIARIOS

La ejecución del proyecto piloto además de demostrar que sí se puede incrementar la biodiversidad marina, favorece a los pescadores, buzos y mariscadores de la zona.

Merino detalla que cuando surgió la iniciativa se pensó en buscar mejores alternativas laborales para los pobladores de Pisagua sin alejarlos de las labores de extracción de productos marinos.

Es por ello que, cuando comienza el proyecto, integrantes del Sindicato de Buzos Mariscadores N°1 de Pisagua fueron incluidos en el proceso de elaboración de los bloques arrecifales.

El investigador cuenta que a integrantes de dicho sindicato se enseñó a construir los bloques de hormigón, labor por la cual fueron remunerados.

Asimismo, profesionales que ejecutan el proyecto instruyeron a este grupo de pobladores respecto a cómo es el proceso de desarrollo de las especies marinas en el arrecife artificial como también al tiempo exacto en el que se deben extraer.

Las esposas de los integrantes del gremio también se han visto favorecidas al ser capacitadas en cursos de gastronomía los cuales se dictaron para promover la instalación de restaurantes donde ofrezcan a los visitantes, potajes a base de productos hidrobiológicos que, a partir de la ejecución del proyecto, podrán extraer a futuro.

PASEO Y BUCEO

Para impulsar el turismo en la zona, el Sindicato de Buzos Mariscadores recibirá a fin de mes una embarcación con capacidad para diez personas a fin de que puedan organizar paseos turísticos por la bahía.

Asimismo se entregarán dos equipos de buceo para que ofrezcan a los visitantes, sumergirse al fondo del mar y apreciar el arrecife artificial y las especies marinas que habitan en este.

"Por 25 mil pesos se puede ofrecer al turista un paseo de 1 hora y media por la bahía. En este recorrido se puede mostrar lobos marinos y aves que hay en la zona, además de permitir que los visitantes buceen hacia el arrecife", comenta Merino.

El proyecto es ejecutado por más de 10 profesionales en biología mariana, ingeniería pesquera e ingeniería comercial de la Universidad Nacional Arturo Prat. Este tiene un presupuesto de aproximadamente 330 millones de pesos otorgado por el Fondo de Innovación para la Competitividad. J