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Las 193 familias damnificadas que aún esperan por una ayuda

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Tranquilidad fue el sentimiento que embargó a Juan Soto de 85 años, cuando en 1997 llegó a Iquique. Luego de una sacrificada vida en el rubro minero en Calama, que tuvo consecuencias en su salud, adquirió una vivienda en la avenida Cerro Dragón para pasar sus últimos años junto a su esposa Elena Huerta, de 82 años.

Un sueño que literalmente se vino abajo tras los terremotos de principios de abril, que dañaron severamente su propiedad, puesto que el muro de contención que los separaba de las viviendas ubicadas en avenida La Tirana, cayó sobre su casa.

Ocho meses han pasado desde los devastadores terremotos y, para Juan, siete vecinos de las calles Cerro Dragón y San Sebastián y otras 185 familias del sector de Rey del Mar es como si la catástrofe hubiere sido ayer, pues aún no tienen certeza ni de cómo y ni cuándo los ayudarán a demoler y luego a reconstruir sus propiedades.

Marissela Soto, hija de Juan y Elena, quien llegó desde Santiago hace siete años para cuidar su madre -la que padece alzheimer- expresó que 'me da una impotencia horrible sacar cuentas de cuánto tiempo mi papá contribuyó a este país y ahora que él necesita la ayuda para reconstruir el muro de contención, nos tengan en la cola de espera y sin tener claro si nos ayudarán o no'.

Aseveración que hace al no poder costear la reparación del muro que cayó sobre su patio y que, prácticamente, tiene colgando encima de sus cabezas el jardín del vecino de la avenida La Tirana, situación que los obliga a dormir en el living.

Una realidad diametralmente opuesta a las 139 familias de la Huella Tres Puntas en Tocopilla, que retornaron a sus casas emplazadas en el cerro del mismo nombre, luego que el primer gobierno de Michelle Bachelet estabilizó el cerro con terrazas a través del Serviu por un costo superior a los $4 mil millones, en lo que se denominó las viviendas sociales más caras de Chile.

'Acá se repararon todos los muros de contención, aparte del subsidio que tenían las familias para reconstruir o reparar. No se hizo distinción, a todo el mundo se le reparó', explicó Esmirna Brontis, dirigenta vecinal que representó a seis comités de vivienda que integraban a 150 familias.

Más al sur, en la localidad de Dichato, comuna de Tomé; David Merino, presidente de un comité habitacional de vía regular y dirigente de la Coordinadora Humanitaria de la Solidaridad, detalló que en el caso de este balneario, se completó un 97% de la reconstrucción.

'Dichato quedó en el suelo, ningún propietario, que fue afectado quedó sin ayuda, también le dieron solución a los arrendatarios y allegados', comentó el dirigente, quien agregó que se construyó un mega muro de contención en el borde costero de acuerdo a las cartas de inundación, que lo convierten en el segundo coloso de este tipo en Latinoamérica.

Experiencias que ha estudiado detenidamente Sonia Yáñez, secretaria del Conjunto Habitacional Rey del Mar, donde 185 propietarios sufrieron daños en los muros de contención, que a su vez provocaron la destrucción de sus inmuebles, de los cuales 20 viviendas son un verdadero riesgo para las personas.

'En un principio nos dijeron las autoridades, no tienen cabida, eso se ha ido revirtiendo gracias a las movilizaciones que hicimos. Después de eso, después de las diversas cartas que le enviamos a la Presidenta, a los días apareció el delegado presidencial y el Serviu hizo el catastro', aseguró la dirigenta, lo que luego les permitió acceder al subsidio de arriendo.

Yáñez expresó que esta situación se suscitó por el desconocimiento de la realidad que vivían los vecinos, ya que se afirmó que las viviendas estaban avaluadas en 4 mil U.F. 'Yo compré mi casa en 1.400 U.F. y otras costaron mil U.F., que luego con esfuerzo las hayamos arreglado y haya aumentado el avalúo es otra cosa', argumentó esta secretaria, madre de dos hijos, una de las cuales congeló su último año de enfermería debido al impacto de la tragedia que enfrentó esta familia.

'Sigo pagando mi casa, que no ocupo, después de las protestas pudimos acceder a los subsidios de arriendo. Debo eso sí pagar una diferencia. Tengo un seguro, sin embargo no me cubre ni la mitad de lo que cuesta el muro (cotizado en $70 millones)', dijo la propietaria.

Incluso, la mujer además de la pérdida por el terremoto, sufrió un incendio el 1 de agosto del departamento que arrendaba en el Edificio Urbano, lo que le provocó una crisis emocional que repercutió en su salud, ya que mantiene una dolencia en el brazo por la cual se encuentra con licencia.

Actualmente, existe una mesa intersectorial liderada por la delegación presidencial para la reconstrucción, que estudia el mejor mecanismo para intervenir en muros privados, obra que demandaría una inversión de cerca de 1.200 millones de pesos.

Un rol importante tiene la municipalidad que, de acuerdo a lo expresado por el director de obras Héctor Varela, cuenta con $50 millones transferidos por la Reconstrucción, que les permitió contratar 30 jornales y seis capataces por dos meses, además de comprar los implementos de seguridad, para intervenir 1.500 puntos

Un objetivo difícil de lograr si se toma en cuenta la cantidad de trabajo que tienen que realizar, a la vez que para acceder a ayudas adicionales deberán presentar una nueva solicitud a la Subdere para que aprueben recursos con cargo al Programa de Mejoramiento de Barrios.

Sobre este punto el delegado presidencial para la Reconstrucción, Julio Ruiz, explicó que las municipalidades puede acudir a los programas de mejoramiento urbano, a lo que se suman $2.200 millones que ya se les entregó, a través de este tipo de financiamiento, por tanto se requieren esfuerzos de todos los organismos ligados a la reconstrucción.

'¿De qué dependen los recursos para cada municipio, de los proyectos que nos presenten?', cuestionó Ruiz, quien prosiguió, 'si el señor Varela dice que los proyectos son insuficientes la única solución es que nos presenten proyectos por un mayor monto o más proyectos'.

Agregó que incluso se han dispuesto más recursos para fortalecer los equipos técnicos en la gestión de proyectos. 'He hecho particularmente la oferta a la Municipalidad de Iquique para atender los requerimientos en esta materia'. Además, en su último viaje a Santiago, dijo que efectuó gestiones para que el Ministerio de Educación brinde asistencia más específica al municipio.

Respecto al abandono que dicen sentir las cerca de 200 familias de estos dos barrios del sector sur, no fue compartido por la autoridad, quien expresó que 'el criterio principal es atender lo más rápidamente posible a las familias damnificadas' y en el caso de Rey del Mar se dificulta la ayuda, ya que se intervienen muros de naturaleza privada. No obstante los recursos y la voluntad de la delegación, era repararlos.

Por último el director del Serviu, Edinson Jara, consultado sobre los criterios de ayuda para los afectados por los terremotos de abril, expresó, 'sin importar el origen de su propiedad, no existe como requisito para la postulación que sea vivienda social, ni ficha de protección social'.

Y compartió la opinión del delegado presidencial Julio Ruiz, con respecto a que la complicación en el sector Rey del Mar era la envergadura en la reparación de estos muros de contención, que no pueden acoger dentro de sus instrumentos.

El personero añadió que otro factor que complica el tema es que 'muchos otros conjuntos en Iquique y Alto Hospicio, resultaron con daños más graves, que son consecuencias de las ampliaciones construidas fuera de las normas legales exigidas... No podemos hacer reparaciones en casas en que las ampliaciones no son regularizadas, por tanto dentro de las ayudas de Serviu se contempló un monto para regularizar las ampliaciones para poder reparar'.

Sobre la denuncia de Juan Soto, que Serviu no catastró a las familias de Cerro Dragón y Pasaje San Sebastián, Jara, refirió, 'ellos fueron visitados y catastrados y en el caso de no haber sido catastrados, no se encontraban'.

En relación a las coordinaciones para enfrentar la reconstrucción expresó, 'hemos trabajado en coordinación desde el día siguiente de los terremotos, con las municipalidades y los otros servicios... pero todos los procesos son mejorables y revisables'. J