Cuando se habla de los avances en el proceso de reconstrucción del terremoto de abril de este año, pasa inadvertida la larga espera que han debido soportar los vecinos de Huara y Pozo Almonte para poder levantar sus viviendas afectadas por el sismo de junio de 2005.

Son 9 años donde familias han debido soportar postergaciones de parte de las empresas licitadas para asumir las labores de reconstrucción, las que debió gestionar el Serviu.

A ello se suman los daños que sufrieron los inmuebles el pasado 1 de abril y que dejaron en peores condiciones las casas ya dañadas y donde los moradores debieron acondicionar el patio para instalar su casa por los riesgos de derrumbes. Todo esto hace nueve años.

Cómo puede ser que en tres gobiernos, partiendo por el del ex Presidente Lagos, que visitó la zona dañada por el sismo el 2005; siguiendo por el primer período de la actual Mandataria Michelle Bachelet y del ex Presidente Sebastián Piñera no se lograra una solución definitiva a los vecinos afectados de Huara.

Al parecer y, tal como lo plantearon los vecinos a La Estrella, hubo factores como la propiedad de los inmuebles, el no considerar las tradiciones aymaras sobre el reparto de la vivienda, por lo que en un sitio de varias casas sólo una tenía título de dominio.

A ello se suma que los presupuestos aprobados para las empresas que debían realizar la reconstrucción no se actualizaron en un período extenso y cuando se quiso reactivar el tema en la administración de Sebastián Piñera, no se ajustaba al presupuesto que manejaban las constructoras.

El terremoto de junio de 2005 fue 7,8 grados Richter dejó nueve víctimas fatales y sus efectos se sintieron en las comunas de Huara, Pozo Almonte, Pica y Camiña. Dejó a más de mil personas damnificadas, la mayoría de la actual provincia del Tamarugal.

Serviu reconoció que quedaron casos pendientes y, de acuerdo a las cifras que manejan, en Huara de un total de 861 viviendas afectadas a diciembre de 2014, 772 están terminadas, 61 en ejecución y 28 por construir. En Pozo Almonte, de 678 viviendas afectadas, 619 fueron terminadas, 46 están en proceso de construcción y 13 por contratar.

Serviu asume que esta responsabilidad deberán al fin materializarla. La espera es muy larga para los damnificados de 2005.

Cuando la tradición en nuestra región inunda la ciudad de carros donde el Viejito Pascuero recorre avenidas, calles y pasajes entregando golosinas y regalos a niños y niñas que esperan impacientes el paso frente a sus casas, cabe el momento para reflexionar qué es lo que debemos regalar en esta Navidad.

Es por eso que el Gobierno se ha preocupado de no sólo entregar recomendaciones que van en el ámbito comercial, del resguardo de los derechos del consumidor o de preocuparnos de no incurrir en delito al comprar juguetes falsificados. Hemos procurado también llamar a la reflexión orientada al verdadero sentido de esta celebración.

A través del Servicio Nacional de Menores -Sename- hemos llamado a "Regalar Derechos" en esta Navidad. Creemos que más que grandes regalos materiales, los niños y niñas valoran el sentirse escuchados, respetados e incluidos. Es una campaña que remueve las conciencias y reubica a la familia como un factor protector importante, que no tiene grandes costos, solamente el esfuerzo de dedicarle tiempo a los niños y niñas. El mejor regalo para Navidad es respetar sus derechos, por eso invitamos a que los adultos les entreguen tiempo, atención y buen trato, no sólo ahora sino todo el año.

Como Gobierno estamos promoviendo una serie de iniciativas para que los derechos de los niños sean debidamente respetados en nuestro país. Este llamado es a que todos como sociedad nos hagamos cargo del cuidado de nuestros niños y a desarrollar una Navidad responsable, que sea una celebración familiar.

Los invitamos a informarse de esta campaña a través de la página web de Sename y a contribuir regalando derechos, porque la expresión del amor y de la protección no se debe traducir en un artículo material o un gran juguete. Lo que tenemos que regalarle a los niños y niñas en Navidad es el reconocimiento al derecho de estar en una familia.