Flotando en la orilla de la playa "Boca del diablo", fue encontrado muerto Carlos Marín Martínez, de 25 años, quien era buscado desde el 11 de diciembre por personal policial y familiares, tras perderse en el sector de Huanillos, a unos 45 minutos de Iquique.
Pasadas las 11 de la mañana de ayer, un tío del fallecido encontró a su sobrino, sin ninguna vestimenta y flotando rodeado de huiro en la mencionada playa, que está muy cerca de la faena de la empresa Martinsen, donde Marín Martínez realizó trabajos de banderillero en la construcción de caminos y fortalecimiento de cerros.
El familiar que encontró al hombre oriundo de La Ligua, estaba acompañado de otros familiares y de la pareja de Carlos, Cindya Ayala, quienes consternados informaron a Carabineros el hallazgo del cuerpo. Posteriormente, la Brigada de Homicidios (BH) de la PDI confirmó que se trataba de su ser querido.
El comisario de la BH de la PDI, Paulo Villanueva, mencionó que el peritaje externo realizado al cadáver descartó la participación de terceros en la muerte del trabajador, que hace un mes y medio vivía en Iquique. "Las lesiones que presenta son producto de la fauna marina del sector, obviamente hay que esperar la autopsia para aclarar definitivamente la causa", añadió.
Falta el informe de la autopsia y unos procedimientos para dilucidar cómo sucedió el hecho y con esto, "sabremos si su muerte fue provocada por un accidente o tomó la decisión de tirarse al mar", dijo Villanueva.
Lo que sí está claro y confirmó el comisario Villanueva es que el individuo estuvo dentro del mar durante los días en que estuvo desaparecido, siendo afectado por animales marinos, como cangrejos del sector.
12 días de investigación
Eran las 12.30 del 11 de diciembre cuando los compañeros de trabajo del fallecido vieron por última vez a Carlos, quien terminó su trabajo del día y debía tomar el bus que lo llevaría hasta un sector donde almorzaría con sus colegas, pero jamás llegó al paradero.
Luego de estar perdido por varias horas, la familia que vive en La Ligua, supo de su desaparición, informando a Carabineros, quienes comenzaron una investigación, encontrando en la playa un zapato de seguridad, que Cindya Ayala reconoció ser de su pareja. Después, ella, quien empezó una búsqueda personal, encontró el otro calzado, además de unos guantes y gorro, que llevaba la última vez que fue visto.
La fiscalía regional de Tarapacá, representado por el fiscal jefe de Iquique, Gonzalo Guerrero, decidió que la Brigada de Homicidios de la PDI siguiera con la búsqueda, que con el paso de los días realizaron entrevistas a familiares, amigos de La Ligua e Iquique, y compañeros de trabajo, para conocer su rutina y entorno que veía a diario. J