Pese a las fiscalizaciones y la postura rígida y vecinos que se quejan, finalmente todos los años pasa lo mismos. Las fiestas masivas de Año Nuevos, igual se realizan. Ojalá que la seguridad de las personas esté primero y que todos cumplan.
Como parte de la reforma tributaria este lunes entró en vigencia el llamado "impuesto verde", que deben pagar todos los vehículos nuevos para uso particular que se venden desde esta semana en el país, en función de los niveles de contaminación que emitan.
La noticia, que ha sido ampliamente difundida a nivel nacional, hizo pensar a muchos iquiqueños y ariqueños que su impacto en la región sería muy marginal, dado que, por su condición de zona franca, los autos cero kilómetros que se venden en esta zona son relativamente pocos, optando la mayoría por vehículos usados importados desde países asiáticos y los Estados Unidos.
Sin embargo, la conclusión parece haber sido prematura, ya que según fue confirmado desde la Tesorería, para ese organismo el concepto de "auto nuevo" corresponde a aquel que tiene su primera inscripción en el registro de vehículos motorizados.
De esta manera, los automóviles importados a través de zona franca quedan también afectos a pagar este tributo.
La buena noticia es que el cálculo del impuesto se efectúa, en este caso, sobre la base de la factura de la venta exenta de IVA, lo que hará que su valor sea inferior al que se pagará en el resto del país.
Es un proceso que está recién comenzando y sobre el que habrá más claridad en los próximos días.
Las proyecciones indican que los vehículos diesel son los que pagarán el impuesto más alto, pero la diferencia entre aquellos con motor a gasolina y los que se alimentan de gas está por verse. Además muchos en la región adquieren vehículos petroleros también influenciados por la zona de excepción.
Estos instrumentos tributarios tienen efectos que van más allá de recaudar más recursos para el fisco.
En este caso, por ejemplo, se busca estimular la compra de vehículos más amigables con el medio ambiente. Sin embargo, a veces producen consecuencias no buscadas y hasta contraproducentes. Así, podría ocurrir que algunos consumidores opten por comprar autos de segunda mano, más contaminantes que uno nuevo o recién llegado, pero que no pagarán ese impuesto.
Para nadie es un misterio que las tasas de crecimiento de nuestra economía viene en franca caída, lo que casi siempre es contestado mediante frases como "no, si esto es cíclico", lo que busca dar una tranquilidad a un inquietísimo empresarial. Esto, unido a los precios cada vez más bajo del cobre, cierra un fin de año de incertidumbre y con fantasmas claros en cuanto a la pérdida de competitividad, debido a los costos cada vez más altos de energía y mano de obra. Hay una Gran preocupación... La Confederación de Producción y Comercio (CPC) y una serie de otros gremios señalan que el elemento de mayor preocupación es la agenda laboral, que se ingresó como proyecto en diciembre y que lejos de apuntar a una reactivación y favorecimiento del empleo, enfatiza sus esfuerzos solo en materia sindical, sector donde ya existen problemas graves.
Sin embargo, la Ministra del Trabajo -y el gobierno en general- siguen en términos de legislar para la galería -preocupado principalmente de la CUT-, por cuanto insiste en elementos como descansos, feriados y alzas de sueldos, lo que determina mayores costos asociados a la empresa en sus procesos.
Se echa de menos el énfasis en la tranquilidad de inversiones, flexibilidad y proyección en la contratación, lo que ha redundado en una serie de despidos masivos en los proveedores de la minería del norte, las empresas más grandes -mandantes- han reducido también su nivel de demanda a fin de "arroparse" ante la incertidumbre.
Finning (Caterpillar), Mecamin, Terraservice, Talleres Lucas y otras tradicionales empresas proveedoras, han tenido que reducir significativamente sus recursos humanos. Así lo han manifestado abiertamente, y no saben, a ciencia cierta, si reactivarán la contratación en el mediano a corto plazo, por la incertidumbre, señalada.
Resulta sintomático, en este sentido, la falta de exploración minera que se desarrolló hasta el año 2013, que estuvo muy condicionada a la inversión, y el repunte esperado no se visualiza, siendo unánime en los sectores, la gran displicencia en el tratamiento de los temas de reactivación por parte de los sectores económicos del gobierno, que no pasan de eslogan publicitarios. Estamos muy preocupados…