Hace ya varios años, Zofri adquirió una serie de fotografías que muestran los primeros años de funcionamiento de la zona franca de Iquique. Al observarlas, mi mente se dirige más bien a pensar en el coraje, esfuerzo, trabajo, empuje y emprendimiento de quienes arriesgando mucho y en muchos casos todo, llegaron a instalarse con sus nuevas actividades, a generar negocios y dar empleo.

Hay quienes pueden encontrar y criticar los inevitables aspectos negativos de este crecimiento y, sin duda, cuando uno está metido en un taco en el tráfico de la ciudad, lo piensa, pero más allá del apasionamiento de un momento, prefiero mirar el vaso medio lleno, y quedarme con cuanto han contribuido todos esos empresarios al crecimiento y desarrollo de una región.

Leyendo sobre innovación y especialmente sobre qué talentos y habilidades les han permitido a algunos empresarios convertir sus ideas visionarias en realidades, aparece muy fuertemente relacionada la creatividad con la capacidad de colaborar y con el dominio del trabajo en equipo.

Con ocasión de este aniversario es que aprovecho de invitar y convocar a todas las empresas usuarias del sistema franco, actuales y futuras, a que emprendamos una etapa de colaboración y trabajo en equipo que permita superar y solucionar los problemas existentes, mejorar todo lo que se pueda con realismo y creatividad pero, sobre todo, hacerlo en un ambiente grato de buena fe y confianza en que todos y cada uno está poniendo lo mejor de sí mismo y de sus recursos para avanzar en los intereses particulares pero también comunes y de toda la comunidad.

Es nuestra intención que la celebración de estos 40 años se transforme en una gran ocasión para valorizar la acción de los pioneros de la zona franca, que las generaciones más jóvenes la conozcan mejor y todos nos comprometamos a dar un nuevo empuje para que el sistema cada día más se acerque a ese ideal que todos tenemos y que pueda así seguir latiendo mejor y dándole vida a la región por muchos años más.

Ya parece común, pero lo cierto es que el número de casos es preocupante. En los últimos meses se han producido varios hechos policiales asociados a armas de fuego y varias personas han resultado heridas o muertas a causa de una o varias heridas de balas.

Hace unos años el uso de armas de fuego parecía ser algo insólito, pero actualmente cada vez son más las bandas delictuales que las utilizan, principalmente en los ilícitos vinculados con el tráfico de drogas.

Dentro de los últimos hechos conocidos estuvo el de una persona que recibió una puñalada y una bala en el sector de El Morro el pasado 26 de diciembre, quien felizmente salvó con vida. Suerte que no corrió un joven de 16 años quien recibió una bala en la cabeza y perdió la vida fuera de su casa y frente a su familia en Año Nuevo.

La última muerte fue la madrugada de este domingo, cuando un hombre de 46 años perdió la vida tras recibir un balazo en un muslo en el sector de la población Jorge Inostrosa.

Estos son solo los últimos acontecimientos pero sirven para graficar una problemática que cada vez afecta más a la sociedad y elevan las cifras de victimización y violencia, que en la Región de Tarapacá están siempre en los primeros lugares a nivel nacional.

Actualmente la sensación de inseguridad en la población sugiere una mayor intervención de Carabineros y políticas que permitan que los jóvenes tengan mejores opciones de desarrollo.

Además incluir desde muy pequeños contenidos asociados a la resolución de conflictos.

Por otra parte, se pueden relanzar antiguas campañas que llamaban a los vecinos a devolver las armas de fuego, las que muchas veces permanecen en las casas y son un peligro si caen en las manos equivocadas.

Hace falta que las gobernaciones provinciales vuelvan a tener un mayor protagonismo en la seguridad ciudadana, cuyo rol ha perdido fuerza en los últimos años.

Hoy existe un interés de parte de la ciudadanía en hacerse parte de las soluciones y esta es una oportunidad que las autoridades pueden aprovechar para buscar una solución en conjunto y tomar las medidas necesarias para erradicar las armas de fuego de las poblaciones.