Cada fin de año es sinónimo de evaluaciones y proyecciones. Nuestra compañía, ITI no queda ajena a ese trabajo conjunto y necesario. Dicho eso, podemos señalar que el año 2014 fue complejo, marcado por dos terremotos que azotaron al norte del país.

Las secuelas de dicho fenómeno de la naturaleza son de público conocimiento en el ámbito portuario, con los graves daños a las dependencias de la terminal pública y la consiguiente consecuencia laboral para las federaciones que ahí se desempeñaban. Un tremendo golpe para la economía regional y del país.

No obstante y ante la adversidad generada por la naturaleza de nuestro país, surgió en todo su esplendor la figura del trabajador portuario: 48 horas después del primer terremoto, ya se encontraban operando en nuestra terminal para así permitir que la economía de Tarapacá y de Iquique no quedara en un punto muerto.

Creo justo y menester que la comunidad entera brinde sus respetos al trabajador portuario. Cuando éstos salen a la calle a luchar por sus reivindicaciones, surge de manera natural la crítica y el rechazo hacia ellos. No obstante, cuando ellos permiten que el normal funcionamiento económico de una región no se detenga, nadie alza la voz y los aplaude.

Nuestra compañía y sus accionistas entienden y valoran la relevancia de este grupo humano para la ciudad y la región, como igualmente, de la importancia que tiene un puerto para los países. Bajo esa premisa, hemos establecido -y aquí apunto al segundo punto de la proyección- hemos establecido el año 2015 como "El Año del Cero".

Un año en donde no se establezca la cero comunicación, ni la cero seguridad, ni la cero productividad. Sino que todo lo contrario, donde el año 2015 sea el Año del Cero Accidente y del Cero Paro. Estamos convencidos que juntos somos calidad, y para ello trabajaremos.

Cuando hablamos del Rally Dakar, se piensa en dos cosas. Por un lado los grandes beneficios económicos para el turismo y por otro -sus detractores-, el daño patrimonial que éste genera.

Este año en Tarapacá ambas situaciones pueden crecer exponencialmente, porque la caravana estará en nuestra región no un par días como ocurrió en las versiones anteriores, sino que serán cinco días los que concentran las miradas de todos los aficionados a nivel mundial.

Según datos de Sernatur los ingresos en la región por los dos días de paso del Dakar en enero de 2014, fueron por 2.3 millones de dólares.

Asimismo la inversión del gobierno se cuadriplica en ingresos a la región, por conceptos de hotelería y servicios asociados, además de la consiguiente generación de empleo.

Se espera que lleguen este 2015, más de 100 mil personas durante los días del evento, que incluyen a los 400 participantes, miembros de los equipos y 300 medios de comunicación que siguen el evento.

Las autoridades anunciaron una rigurosidad absoluta para evitar los daños al patrimonio de la región, donde el intendente Mitchel Cartes, aseguró que no existen riesgos.

Por otra parte la comunidad científica local no lo cree así y sin duda estarán detrás y seguirán de cerca el evento para dar a conocer los posibles daños que se pudieran generar ya que como aseguró el doctor en antropología, Horacio Larraín, la mayoría de las veces los efectos son irreparables.

De todos modos, ninguna de estas dos miradas con que se analiza el Dakar son erróneas y deben ser consideradas.

Por otra parte se debe analizar los efectos futuros del paso del rally, donde hasta ahora es poco el beneficio en infraestructura turística pública que ha llegado a los iquiqueños.

Una muestra de eso es la escasez de señalética, la inexistencia de áreas de servicios para los mortorhome y kioscos de información, ya que la mayoría de los turistas internacionales no conocen la región.

Hay que pensar más que en los beneficios económicos, hay que ver qué deja el Dakar a la ciudad y ser capaces de cimentar las bases de lo que permitirá el desarrollo turístico a largo plazo.