Las redes sociales en Internet han cambiado la vida de las personas en muchos aspectos, posibilitando que las comunicaciones sean más rápidas y eliminado las distancias geográficas.
También son fiscalizadoras del actuar político, de las empresas y en general de todo aquello que pueda afectar la moral de sus interlocutores.
Pese a ello las redes sociales no tienen filtro y muchas veces además de generar un mayor diálogo entre las personas, son una vitrina para opiniones viscerales.
Un ejemplo de ello son las posturas radicales sobre los procesos migratorios, la religión y en general de todos los temas que impliquen ideas de diversidad, donde los que opinan distinto, la mayoría de las veces son víctimas de una lapidación virtual.
Sin embargo en ciertas ocasiones esto supera los límites y se convierte en agresiones físicas, o más aún casos como el de Francia donde un grupo de periodistas muere a manos de fundamentalistas islámicos.
La violencia debe ser combatida en todo sentido, sin embargo, este combate es distinto y debe utilizar como herramientas el diálogo y la tolerancia, sobre todo bajo la idea de incentivar a las futuras generaciones a exponer sus puntos de vista de forma mesurada y pacífica.
Sin lugar a dudas la censura o la autocensura, en el caso de los medios de comunicación, no es el camino. Muy por el contrario, es imperativo proteger la libertad de expresión y promover el diálogo.
En ese sentido, el Ministerio de Educación tiene planes que contribuyen a evitar la violencia dentro de los colegios con talleres para la resolución de conflictos, pero esto debe ser obligatorio desde la educación prebásica, sobre todo cuando los problemas están en el hogar y considerando que desde la temprana infancia los menores tiene acceso a la red .
Según estudios de la Subsecretaría de Telecomunicaciones, el 70% de los chilenos tienen acceso permanente a Internet, lo que es un indicador del acceso transversal a una serie de contenidos que generan debate y opinión.
Es ahí, entonces, donde es relevante fortalecer la tolerancia y la adecuada exposición de argumentos.