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Los buenos sabores que Iquique ofrece al turista

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Dicen que un paraje también es conocido por los sabores que ofrece e Iquique tiene motivos de sobra para encantar a los paladares de los miles de visitantes que pretenden disfrutar de los días de sol en este verano.

Los productos gastronómicos presentes en la capital de Tarapacá hacen honor a los sitios más recónditos de la región, donde los productos del mar, las más sabrosas frutas y los tradicionales sabores se funden para agasajar a quienes eligen este lugar del norte del país.

Existen productos obligados que quienes visitan Iquique deben probar para llevarse una impresión de lo nuestro y del cariño puesto en cada una de las preparaciones.

Desde el sector altiplánico de la región llegó para quedarse la conocida Calapurca, una contundente sopa nacida en el período precolombino que en su preparación más tradicional utiliza piedras calentadas en las brasas para mantener la temperatura del plato.

En la ciudad se ofrece en el Terminal Agropecuario y entre sus ingredientes principales destaca el mote, el pollo, la carne de vacuno y la 'papa apretada'. Además, siempre está presente el picor en cada una de las cucharadas.

Janet Rodríguez, cocinera del restaurante JM del Terminal Agropecuario, afirma que esta preparación 'levanta muertos' luego de una agitada noche, por ello el plato está disponible desde muy temprano en su cocina.

A pesar de que posee sólo dos tipos de carnes, dejando de lado por ejemplo la de llamo; el cariño y respeto por las tradiciones siguen siendo los mismos. Un gran plato de Calapurca está disponible todos los días de la semana a $1.500.

Quienes vienen a Iquique no pueden irse sin probar un chumbeque ni tomar un jugo de guayaba, puesto que son nuestra mejor carta de presentación.

Los dulces con más de 90 años de tradición son una masa tibia hecha a mano en base a agua y aceite, que tiene un proceso de cocción a cierta temperatura, dando origen a diferentes capas de galletas.

Como siempre están disponibles en calle Ramírez #783 y se ofertan en muchos sabores, entre los que se encuentran el tradicional de limón de pica, mango, guayaba, naranja, maracuyá, papaya, manjar, chocolate y hasta de spirulina en su versión light.

La presentación más barata, que contiene seis unidades, tiene un valor de 1.300 pesos. Además existen las cajas que son predilectas para hacer un regalo. Las pequeñas con 12 chumbeques cuestan 12.900 pesos, mientras que las que contienen 20 unidades tienen un valor de $15.900.

Junto con ello, si se trata de dulces sabores y refrescantes brebajes, un jugo con frutas de la zona es un obligado al visitar Iquique.

Las juguerías del Mercado Centenario son las especialistas, pues tienen varios sabores para satisfacer a los turistas que llegan hasta calle Barros Arana.

Una historia dice que el que toma un jugo de guayaba vuelve sí o sí a Iquique. Pedro Gahona, dueño de la juguería Tio's, explica que este cuento sí tiene asidero pues 'no sé si será algo mágico, pero a muchos de buenas a primera no les gusta Iquique pero cuando deben abandonar la ciudad se van llorando. Ese es el encanto de nuestra ciudad'.

Los preferidos por el público son precisamente los sabores mango y guayaba. El vaso más pequeño del primero cuesta 900 pesos, mientras que las demás frutas parten desde los $700. La presentación de medio litro tiene un valor de 1.300 pesos y el extra grande $1.600.

El dependiente cuenta también que todos los productos que sirven de materia prima para los jugos que ofrece vienen desde el interior de Tarapacá y que muestran lo mejor de los sabores de nuestra tierra. Por ello, invita a todos los turistas a probar todas las variedades en uno de los edificios clásicos de Iquique que sigue guardando una buena opción para conocer el sabor de Tarapacá.

Probar una preparación a base de productos del mar también es una situación casi obligatoria al pisar tierra iquiqueña. La bondad de la costa ofrece a los locales y turistas un sinfín de opciones para degustar.

En el segundo piso del mercado Centenario existen varios restaurantes especializados en llevar los sabores del mar a la mesa.

El restaurante Shalom ofrece uno de los platos más representativos de la zona. Se trata de la paila marina, que contiene una mixtura de mariscos entre los que destacan las lapas, almejas, piures, erizos, choritos, cholgas y otros.

'Es una paila de greda que humea muy rica. Los productos son todos de acá y frescos, porque el caldo se mantiene en una olla y cuando el cliente la pide recién la armamos', cuenta Nelly Campos, dueña del restaurante Shalom, ubicado en el local 93 del mercado Centenario.

La comerciante añade que es una muy buena opción para dejar los efectos de la fiesta atrás y que ha visto 'resucitar a varios enfiestados'. Tiene un valor de 4 mil pesos y está disponible desde muy temprano, ya que el local tiene recibe a los comensales desde las 9.30 a las 22.30 horas.

Para seguir disfrutando la oferta de productos del mar también es recomendable visitar el segundo piso de la Caleta Guardiamarina Riquelme, cuyas cocinerías tienen varios platos que ofrecer.

En el local 'Rincón Celeste' reluce el sándwich de palometa, que viene en reemplazo del clásico 'cavanchino' a base de atún.

Lautaro Fortte, dueño del local, cuenta que la marraqueta contiene en su interior un pescado frito con un adobo especial que lleva vino blanco, pimienta, sal además de un ingrediente secreto. Cuesta 3 mil pesos.

A gusto del cliente se le agrega cebolla o tomate, mientras que no puede faltar el locoto. 'Todo lo que hacemos acá es de primera. Ahora han venido muchos turistas gracias a Dios y la idea es que se lleven una buena impresión', dice Fortte.

También existen otros platos en el menú, como el congrio colorado, el picante de pulpo, el caldillo de congrio y el pastel de jaiba.

Los buenos sabores y los productos clásicos son la mejor carta de recordación para los visitantes. A los agradables días de sol, a las lindas playas y a los cálidos iquiqueños, hay que agregar la excelente gastronomía. J