Paloma San Basilio, dará un recital en el Teatro del Lago el 14 de febrero, para el cual hay un meet & greet, con 25 asientos a $100.000.
El show viene después de que anunciara su retiro de los escenarios, aunque ella está muy lejos de la jubilación, con otros intereses que copan su día, como la pintura y la escritura.
'Es una cosa muy puntual por una propuesta que me hicieron de una especie de multimedia', explica la voz de clásicos como 'Cariño mío' y 'Libre'.
A Chile la trae de vuelta más que un recital. La madrileña expondrá sus pinturas: seis reproducciones, creadas como una fotografía en 3D. 'Son muy emocionales, tienen mucha vida. La abstracción te permite abrir una puerta e imaginar lo que quieras, no te determina tanto como un figurativo, que también necesita una técnica mucho mas depurada', detalla.
Siempre le ha interesado la pintura, pero Paloma cuenta que empezó a hacer acuarelas y pinturas abstractas hace doce años en su casa en el sur de España, con la vívida luz y los colores cercanos a África, y ya ha hecho varias exposiciones. 'Seguiré pintando donde me lleven las manos, la cabeza y el corazón', asegura.
Además, acá bautizará su memoria 'La niña que bailaba bajo la lluvia', que lanzó en noviembre de 2014. 'Creo en la multidisciplina, en los seres transversales, un poco renacentistas... Aprendí de todo y soy maestra de nada', cuenta la artista.
'Es la narración de una niña en una clase media española de los años 50, bastante sometida todavía a los avatares de la posguerra. Es también un poco costumbrista. Siempre hay dos relatos paralelos porque voy del pasado al presente'.
Aclara que esquiva el morbo, pero aborda un tema que ha ocupado a la prensa por años: un supuesto affaire con don Juan Carlos. 'Dejar fuera un rumor que viene de lejos y que es tan ajeno, me parecía una pequeña cobardía. Esto es una anécdota y ocupa media página. Me parecía que tenía que hacerlo para dejar las cosas claras y pasar de largo con algo que me ha perseguido durante años... Es absolutamente ciencia ficción'.
En el libro están presentes memorias de Chile, un país al que ha venido tantas veces que ha perdido la cuenta. Solo en el Festival de Viña del Mar estuvo en 1979, 1983, 1986 y el año pasado. 'Chile es el primer país al que fui, invitada a un programa de TV. Cuando nadie me conocía, me abría sus puertas', recuerda.
A la vez, ya prepara su primera novela. Algo que se toma muy en serio por el gran respeto que siente por los escritores.
Se confiesa una lectora empedernida, que disfruta de Joseph Conrad, Javier Cercas, novelas barrocas, poemas, y clásicos como 'El Quijote', que no leía desde el colegio.
Su novela se ambienta en el 36, en la guerra civil española. 'Está instalada en una familia muy numerosa, afincada en el sur de España, en Cádiz. Con todo lo que conlleva hacer una mirada hacia atrás, a los padres, abuelos, la inmigración'.
La feliz abuela de un nieto de 15 años busca con este libro inspirar a los lectores. 'Nunca es tarde, el mundo no es solo de los jóvenes. Esa frase que muchas veces oyes de «me hubiera gustado, pero ya no», ¡no! Hay cosas que son más difíciles por cuestiones físicas, pero ninguna edad te puede apartar del camino de los sueños'.
Pasados los 50 años aprendió a hacer esquí acuático, y ahora quiere incursionar en el paddle surf. 'Los años pueden restar en algunas dimensiones, pero en general suman. Me gusta más como soy ahora que como era antes. Soy más tolerante, tengo un sentido del humor mucho más desarrollado. Es una mezcla entre humildad, de darte cuenta de que nadie es tremendamente importante, y al mismo tiempo la seguridad de que estás en armonía contigo. Quitas importancia a las cosas que no la tienen, quitas la hojarasca y coges el botón de la flor. La vida es muy sabia, imagínate que a los 25 años ya tienes todo lo que tienes a los 60. Tampoco sería justo. Hay proporcionalidad'. J
