Para enfrentar el despiadado sol iquiqueño, nada mejor que hacer un alto en el día para disfrutar de un rico helado de frutas o crema, cualquiera sea la ocasión.

Esto muy bien lo sabe María Eugenia Anguita, dueña y fundadora de Helados Capri, uno de los stands más antiguos del centro, conocidos por sus bajos precios y tradición.

"Desde 1981 que estoy en este puesto y comencé con la máquina de helados Carpigiani, famosas en Italia", explicó sonriente Anguita, mientras saluda a los transeúntes que pasan fuera del stand ubicado en calle Tarapacá con Obispo Labbé.

En cuanto al valor, los helados de máquina y artesanales cuestan $550 el vaso o barquillo simple y $700 el doble.

"El precio es fijo para que la gente gaste un solo valor al momento de tomarse un helado. Es una acción simple y gratificante que no debería convertirse en lujo ", comentó.

Según la locataria, los sabores favoritos del iquiqueño son pistacho, frutos del bosque y pasas al ron, mientras que para los residentes peruanos es el de tres leches.

"Los colombianos, por ejemplo, prefieren el chocolate suizo", manifestó.

chicha

Hasta tres generaciones ha visto pasar María Anguita dentro de los clientes en su local.

Con el transcurso del tiempo, asegura que las tradiciones se mantienen, como sucede con la popular chicha de piña con helado.

"Es helado al agua y chicha, con solo ingredientes naturales, mucho cariño y amor", explicó sonriente la mujer.

Este brebaje típico de la ciudad, lo encuentra sólo por $600 en el local ubicado en el centro. J