Como travesura de colegio
Los concejales de Iquique estaban igual que niños tras hacer travesuras en el colegio: "Nadie fue", decían tras filtrarse los artistas del Carnaval de Iquique pese a que el concejo municipal se realizó en privado.
Los concejales de Iquique estaban igual que niños tras hacer travesuras en el colegio: "Nadie fue", decían tras filtrarse los artistas del Carnaval de Iquique pese a que el concejo municipal se realizó en privado.
Uno de los grandes temas que marcaron el año 2014 fue el de la reforma educacional. Se encuentra en proceso legislativo y nadie podría dudar que su evolución también liderará las noticias de 2015.
En ese proceso, un tema central debiera ser el de la situación laboral de los profesores, su formación, sus sueldos y las condiciones en las cuales trabajan dentro de las aulas.
El agobio laboral del cual ellos hablaron durante el paro levantado por los disidentes con el Colegio de Profesores no era un tema menor, pues aludía a la falta de horas para planificar adecuadamente sus clases y para evaluar a sus estudiantes, tareas fundamentales para el proceso de aprendizaje, que demandan mucho esfuerzo, pero que no son muy conocidas, ni comprendidas adecuadamente por los apoderados, ni por quienes trabajan en áreas distintas a la Educación.
Actualmente la mayoría de los profesores no cuenta con tiempo remunerado suficiente para desarrollar esas tareas y debe llevarlas a su casa, ocupando horas extras que no son reconocidas.
Según el Primer Censo Docente realizado en 2012, casi un 60 por ciento de los profesores en Chile dedica más de diez horas semanales después de su jornada laboral a planificar, preparar clases y corregir pruebas. Esa carga adicional genera estrés, resta tiempo al descanso y a la familia, de ahí que esta demanda se encuentre en el centro de sus peticiones.
Esta situación se repite de manera similar en los colegios municipales y en los particulares subvencionados (muchos particulares pagados tienen una realidad diferente) de prácticamente todas las regiones.
La nueva disposición del gobierno que pasa a planta a los profesores a contrata, mejora sustantivamente la situación de muchos docentes, pero este punto del agobio aún sigue pendiente y es crucial buscar una solución adecuada para él, pues tiene directa incidencia sobre el desempeño de los maestros dentro de la sala de clases, que es finalmente el espacio donde se definirá el éxito o fracaso de los cambios que se encuentran en estudio.
Pese a que invirtieron mucho en los años que produjeron en el lugar, nunca tuvieron una concesión. Aunque les duela tendrán que devolver los terrenos, al menos ya ganaron bastante.
Sólo uno que otro ocasional grito de alguno de los pocos iquiqueños acreditaos para ingresar acompañó el partido de Deportes Iquique contra Santiago Wanderers. Independiente del resultado el aliento del público es parte del espectáculo.
El Empresario y organismos públicos tienen diferentes ritmos para enfrentar los problemas y superarlos.
Una muestra de ello es que a pocas semanas tras los terremotos del 1 y 2 de abril todas las empresas de Zofri reiniciaron su funcionamiento. Sin embargo, a más de 9 meses, Zofri S.A no puede arreglar su infraestructura.
Un ejemplo es el cielo raso que "decora" la etapa tres, que sigue con una maya dando mal aspecto a los turistas.
Para empañar aún más la lógica de la Sociedad Administradora basta señalar que es de todos sabido la falta de estacionamientos, pero los espacios se usan para vender vino o como pista de karting.
Peor aún el problema de los baños, que colapsan inundado los módulos, provocando daños a las empresas. Zofri S.A. se da todo el tiempo para responder, no atendiendo la urgencia. Pero a las empresas que se atrasan un día en el pago se les bloquea.
Otra es la actitud adoptada por el Servicio de Aduanas, está cobrando miles de pesos en multas por documentos no cumplidos. Y lo peor de todo, es que más del 80% de la documentación se entregó, pero no fue actualizada. Es decir, una negligencia compartida entre Aduanas y Zofri S.A. Y lo peor es que ellos lo saben, pues le hemos enviado la evidencia, pero aun seguimos siendo perseguidos por delitos no cometidos y que no tienen ningún efecto en el erario nacional.
Esta situación ha trabado toda la operación. Ahora tenemos que pedir garantía a nuestros clientes para que nos devuelvan los documentos cumplidos, porque sabemos que nosotros no somos el problema, pero nos tenemos que defender de alguna manera. ¡Una vergüenza!
Lo anteriormente expuesto es sintomático de un modelo aletargado y parsimonioso de gestión de la administración pública, sin preocuparse en demasía del empresariado que debe asumir los costos, como en el caso de Zofri S.A., un monopolio no regulado, donde nadie es capaz de ponerle el cascabel al gato.