Por la tranquilidad y seguridad que ofrece, pese a no ser apta para bañistas, ciudadanos tarapaqueños demostraron su preferencia por la playa Poza de los Caballos a la cual llegaron ayer para compartir en familia, celebrar onomásticos además de bautizar a miembros de una iglesia. Esto a diferencia de playas como Cavancha que por lo general es preferida por los turistas nacionales y extranjeros que llegan a la ciudad.

Provistos de carpas, mesas plegables, sillas reclinables y coolers, la familia liderada por Pedro Pacheco se trasladó hasta dicha playa para compartir un día familiar. Para ello bajaron desde Alto Hospicio en tres vehículos llevando consigo todo lo necesario para compartir frente al mar el desayuno, almuerzo y once como si estuvieran en casa.

'Para el desayuno trajimos huevo duro con pan amasado y ahora para el almuerzo vamos a preparar pescado frito, palometa y reineta', precisó Pacheco quien remarcó que optan por Poza de los Caballos por la reducida cantidad de personas que acuden al lugar.

Hasta esta playa también llegó María Varas junto a sus hijas e hijo, nietos y sobrinos. Mientras disfrutaba del sol y observaba cómo los niños jugaban, un pollo asado con ensalada aguardaba en recipientes para la hora del almuerzo.

'Siempre venimos a esta playa porque es más tranquila en especial para los niños', dijo al agregar que desde hace diez años acuden a Poza de los Caballos y siempre ocupan el mismo lugar junto a las rocas.

Si bien desde hace 30 años acude a esta playa porque se dedica a la venta de berlines y huevo duro a los veraneantes, ayer fue un día diferente para Edelmira Vega quien llegó con su familia no sólo para expender sus productos sino para celebrar sus 50 años.

Para ello la mujer, que hace tres años heredó su negocio a sus hijas debido a una parálisis que le impide caminar, se trasladó con una parrilla para preparar el tradicional asado. Carne de pollo, cerdo y vacuno acompañada de ensalada fue la comida que alistaba para disfrutar por su onomástico.

'Vinimos a las 10 de la mañana y nos quedaremos hasta las 7 de la noche. La semana pasado también estuvimos celebrando porque fue el cumpleaños de mi hija Katiuska', comentó la comerciante.

Por otro lado, bajo quitasoles como dentro de una carpa reposaban las hermanas Valentina, Pamela y María Paz Almendra. Junto a ellas se encontraba la pequeña Violeta Ulloa a quien por primera vez llevaron a disfrutar de la brisa marina, teniendo los cuidados que se requiere considerando que la niña apenas tiene un mes de nacida.

Un caso particular que se observó en la referida playa fue el bautizo de un nuevo miembro de la iglesia Embajada Cristiana. Vistiendo un traje blanco y un cintillo de flores en la cabeza, Fernanda Sobarzo ingresó al mar para ser bautizada por el líder de dicha iglesia Germán Paz así como por el pastor Aaron Hunter.

'Llegamos hasta esta playa porque el mar es tranquilo para poder bautizar a una nueva integrante de nuestra iglesia. Vinimos a las 10.30 de la mañana, oramos, cantamos algunas canciones y después del bautizo compartimos un desayuno', dijo Francis Hunter mientras junto a sus compañeros se disponían a recoger la mesa plegable que llevaron para el compartir que programaron por la ocasión. J