Es habitual ver durante el verano a jóvenes y niños practicando deportes acuáticos en los diferentes balnearios de la ciudad.

Uno de los preferidos es el bodyboard, disciplina que se puede hacer desde los seis años y que según expertos ayuda incluso a fortalecer los lazos familiares, por el apoyo necesario que los menores en crecimiento necesitan para lograr sus metas.

"Este deporte no se puede practicar solo. Tanto para las escuelas de body como para los niños es vital contar con el apoyo de los padres, pues aquí además de enseñar la técnica se les entregan valores que sólo a través de la comunicación con la familia los niños logran entender y descubrir", manifestó Marcelo Toro, dueño y profesor de educación física en la escuela de bodyboard de la Unap.

La piedra angular de este ejercicio es la disciplina, lo que finalmente acaba con la necesidad de estar en permanente contacto con el océano.

"El mar es un vicio. Dentro del agua no hay problemas, uno se olvida de todo. Y como vicio uno siempre quiere más", dijo Toro.

El profesional recalcó lo vital que es la ayuda familiar para los aprendices del deporte, pues el bodyboard educa acerca del respeto con el mar y su efecto desestresante ayuda también a mejorar la relación junto al entorno familiar. "Los niños reflejan lo que sienten en el agua", comenta Toro.

Remarcó que para el correcto desempeño del deporte se debe hacer de forma responsable asegurando una buena alimentación y suficientes horas de sueño.

"Las familias ayudan en la educación de este deporte, ese apoyo da seguridad a los niños", dijo Toro. J