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Hugo Basurco: el artista de las latas de La Quebradilla

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Trabaja sábado y domingo en la feria de La Quebradilla en Alto Hospicio. Tiene un puesto donde vende ropa, porque, dice, la artesanía no es valorada por la gente.

En su local, junto con diversas prendas, también ofrece distintos vehículos hechos de lata. Carros bomba, camiones de carga, aljibes, jeeps, motocicletas y aeroplanos.

"Estos yo los tenía a siete mil pesos", dice, mostrando uno de sus trabajos, "pero los tuve que ir bajando porque la gente no aprecia la artesanía", se lamenta Hugo Basurco.

El artesano de 64 años cuenta que incluso un día le encargaron un producto específico, el que finalmente no pudo entregar.

"El carro bomba es lo que más les gusta a los clientes. De hecho, me pidieron que lo hiciera, pero nunca vinieron a buscarlo", recuerda.

Basurco cuenta que hace cuatro meses fue contactado por un hombre de Iquique, quien lo invitó a participar de una feria artesanal en la ciudad.

"Me dijeron que me iban a llamar y no me llamaron nunca", dice el artesano, quien comenzó a trabajar este material desde hace siete meses.

INICIOS

El interés de Hugo Basurco por el trabajo en lata nació gracias a un diseño que llegó a sus manos.

"Un joven me regaló una de estas motos y yo la desarmé para después sacar el modelo", reconoce el hospiciano.

Luego hizo el trabajo de indagar y averiguar a través de internet. "Así comencé a hacer ceniceros y un camión", dice sobre sus primeras obras.

Pero luego de una etapa autodidacta, Basurco comenzó a concretar sus propias ideas y a mejorar la técnica.

"Todo lo saqué de mi cabeza. Iba por la calle, veía los modelos y después llegaba a la casa y comenzaba a trabajar la lata", dice. "Todo entra por la vista y los sentidos", añade.

Junto a su oficio de artesano, este hombre de Alto Hospicio también es albañil. Por esta razón es que no se dedica cien por ciento a doblar y cortar latas.

"A veces estoy un día completo, pero en otras oportunidades llego a trabajar sólo entre dos y tres horas al día", dice, asegurando que tiene otras tareas a nivel doméstico.

materiales

Nada del material se desperdicia, asegura el artesano.

"Las bases de las latas sirven para las ruedas e incluso se utilizan las chapas para afinar algunos detalles", cuenta.

Todo sirve. Para los trabajos de Hugo no importa si son envases de cervezas, bebidas o energeizantes. Los importante es que estén vacíos.

El fin de semana recolecta el material, cuando sale de casa rumbo a su puesto comercial en La Quebradilla. Recoge las latas desde la basura por la mañana y luego las almacena en su hogar, donde además tiene el taller.

Junto a la materia prima, Hugo Basurco también necesita de herramientas para lograr su trabajo, aunque algunas uniones de los artículos que fabrica están hechas sólo a presión.

A parte de eso, también ocupa tijeras especiales para cortar lata y alicate. Cuando necesita, también usa pegamento. Gracias a esto aprendió la importancia de la presentación final de la artesanía.

"Ahora uso el pegamento que es transparente, porque el que tenía antes me dejaba todo manchado", reconoce el trabajador manual.

Los detalles de su trabajo van desde las chimeneas de los camiones hasta las ruedas. Incluso pueden verse las sillas del conductor a través de las ventanas. Porque la técnica se va mejorando.

En sus modelos de creación propia, el artesano se abrió a utilizar otros productos reciclables más allá de las latas.

Para fabricar las ventanas de los camiones, Hugo reutiliza radiografias usadas. "Las lavo con detergente hasta que queden transparentes", dice, mientras cuenta que, de su artesanía, la gente sólo le compra cenicieros en lata. J