Yse acerca el fantasma de marzo, uno de los meses más estresantes del año. El término de las vacaciones, el inicio del ajetreo del trabajo y el año escolar. El sobreendeudamiento para cubrir los excesivos gastos que genera este mes pasan la cuenta a más de algún ciudadano, que con tanta agitación y preocupación puede caer en cuadros de estrés.

Una de las fórmulas que pudieran ayudar a disminuir los gastos y preocupaciones que conlleva marzo es una redistribución de los gastos que se incurren en este mes. Por ejemplo el pago de las patentes podría efectuarse en otro mes del año para ayudar a los chilenos a no tener tantos deudas concentrados.

Un punto importante es que el estado subsidie a las familias más vulnerables en lo referente a los útiles escolares, uniformes y todos los costos que acarrrea consigo el inicio del año escolar, disminuyendo así el estrés que produce el saber que no se cuenta con los recursos necesarios para satisfacer las demandas de este temible marzo.

Pero no podemos dejar de mencionar que una adecuada planificación de todas los deberes, gastos y ajetreo que trae consigo, será lo más adecuado. Es muy común en nuestra cultura dejar "todo para ultima hora".

Es muy importante calendarizar los costos y planificar de tal manera que no se tenga que incurrir en endeudamientos. Prever los escenarios que trae marzo ayuda a sentir cierta seguridad y distensión aminorando el estrés.

También se recomienda a los empleadores tener cierta flexibilidad en adelantar pagos y remuneraciones para que las familias cuenten con dinero en efectivo y no tengan que recurrir a préstamos y pagar los intereses que éstos traen consigo.

Por eso planifique como enfrentar a marzo junto a su familia. Así se evitará o disminuirá el estrés que se asocia a este mes.

La comuna de Pozo Almonte cumplió 44 años desde que el 17 de febrero de 1971 se constituyó su primera municipalidad. A partir de esa fecha la denominada "Ciudad del futuro" se ha convertido en una zona de desarrollo que, junto a su potencial minero, aspira a ser reconocida en otras áreas del quehacer productivo.

Pozo Almonte como poblado tiene una historia de 131 años. Sin embargo, bajo la administración peruana fue parte importante de la explotación salitrera y en su territorio se libraron batallas trascendentales de la campaña de Tarapacá por parte del Ejército de Chile en 1879.

Fueron los pozos de agua dulce de la familia Almonte, dedicada a la explotación salitrera, los que le dieron su calidad de zona estratégica, en especial durante la época de explotación del salitre donde el tren unía todas las ex oficinas de la entonces provincia de Tarapacá y Antofagasta, cumpliendo Pozo Almonte un rol gravitante en esta etapa importante de nuestra historia nacional.

Hoy la comuna cuenta con 18 mil habitantes, una comunidad pampina que geopolíticamente es la capital de provincia de El Tamarugal y bajo cuya administración están a cargo los poblados de La Huayca, La Tirana y otros de la zona altiplánica.

Pozo Almonte vive de la actividad minera, así como de la agricultura. También en julio concentra la mayor cantidad de población flotante a causa de la festividad religiosa de La Tirana, de la cual tiene el municipio a cargo la organización logística y administrativa.

La comuna presenta una serie de proyecciones, en especial las relacionadas con el turismo de intereses especiales a través del patrimonio pampino y arqueológico, la agricultura y el trabajo que se realiza para entregar valor agregado a la industria minera, en especial a través de la educación técnica.

Pozo quiere consolidarse como la ciudad del desierto y en este desafío tiene un rol fundamental el municipio como unidad para canalizar su desarrollo territorial y urbano. Es indudable que la zona alberga mucho potencial que debe ser explotado y le permita convertirse en un gran área de impulso para Tarapacá y, en ese contexto, es necesario que desde el centralismo regional se visualice su real importancia.