Faltaban cinco minutos para el término del partido entre Deportes Iquique y Palestino cuando el argentino Martín Gómez convierte el gol de la igualdad. Al celebrar se sacó la camiseta y dejó al descubierto el tatuaje que lleva en su pecho.

Algunos pensaron que se trataba de su propio rostro. Sin embargo, fue el jugador quien reveló el secreto que guardaba bajo la camiseta.

Se trata de su hermano mayor que murió el 2000 en un accidente de tránsito en México junto a su esposa. En esa ocasión sobrevivieron los dos hijos del matrimonio, de un año de edad y seis meses de nacido.

Ambos chicos quedaron al cuidado de su abuelo, es decir, del padre de Martín Gómez.

"Siempre lo recuerdo mucho y trato de hacerlo con todos los momentos felices que pasamos juntos y no de las cosas malas", dijo Martín Gómez, que creció y se crió en el barrio 26 de Enero, en la localidad de Mendoza en Argentina.

En ese mismo lugar que con su hermano mayor jugaban a la pelota hasta que se incorporaron al fútbol profesional. Martín era menor y seguía a su hermano no para todos lados.

"El se fue a jugar a Pachuca de México y también me fui. El era titular y yo estaba en la segunda", recordó Martín Gómez.

"Cuando recibí la noticia de la muerte de mi hermano fue muy duro todo y teníamos que ser fuertes mis otros cinco hermanos, cuatro hombres y una mujer", dijo el jugador argentino.

Pero ha pasado el tiempo y Gómez asegura que es difícil superar la experiencia de perder a un ser querido, más aún cuando ambos compartían la pasión del fútbol.

"Nunca se puede superar, pero si convivir con la pérdida de mi hermano, el que me acompaña todos los días y lo llevo grabado en mi pecho por siempre", manifestó el delantero de Deportes Iquique. J