Parece ser el comentario en esta semana. La idea de saber el futuro apasiona a la humanidad desde épocas prístinas. La idea del futuro a través del Oráculo, pretende señalar el controlar el tiempo, el saber lo que viene es una idea de control de dominación, propia de los hombres en su sentido histórico.

La ficción que alimentó las mentes del delirio presente y llevó a concretar los sueños científicos expresa aquello y es por ello, que si el país apuesta a futuro, debe constatar que hace los esfuerzos de las nuevas generaciones, entregar salud, educación, vivienda, trabajo para todos y ¿por qué no? con sueldos dignos. Eso satisface y entrega bienestar con el trabajo realizado.

Para Iquique, el futuro no es el fuerte de las ciencias sociales, sin embargo, el que exista una región con déficit educativo, en que no existan puntajes nacionales y con últimos lugares en evaluaciones docentes, Simce y PSU, entrega un indicador que debe ser asumido por el Estado y no por entidades privadas, ligadas a compañías mineras, la educación no es un bien privado, sino de todos.

Además, la organización urbana, su patrimonio, evidenciado en lo sucedido con la ExAduana y en eso, la propia ciudad en su cuidado es algo que falta en Iquique. Si pretende ser una ciudad turística debe tener una infraestructura de acuerdo a ello, las cifras demuestran que es la tercera ciudad en atractivo de diversión, entonces la entidad edilicia debe entregar condiciones para ello.

Asimismo la seguridad, que hoy en día ha sido asumida por los vecinos, señala el desamparo, esto es importante.

El centralismo que amenaza a una región productiva es una situación a mejorar. Para ello, los diputados y senadores deben velar por la importancia estratégica de la ciudad, no es menor que sea la región con mayor cantidad de nacidos y con una de la mayores tasas de inmigrantes atraídos por la prosperidad de una ciudad importante de este país.

Transcurrido más de una semana desde el incendio de la ex Aduana, ahora es preocupación otro de los monumentos nacionales y patrimonios con identidad en Iquique, el Teatro Municipal.

El ministerio de Obras Públicas anunció que el llamado a licitación para la restauración de las obras del Municipal se publicará el 12 de marzo, estableciéndose 56 días para el proceso. Se dispondrán 5.536 millones de pesos para las obras que deberán ejecutarse en un plazo de 18 meses.

Uno de los aspectos relevantes que incluirá el proceso de restauración del recinto cultural de 1889, es que el proyecto considerará la instalación de alarmas, sensores contra humo, red seca y red húmeda, así como la colocación de extintores.

De acuerdo a lo explicado por especialistas, de esta manera se evitará que el recinto histórico resulte dañado por incendios. La red húmeda con que será dotado el edificio, en una estructura que no afectará el inmueble patrimonial, abarcará hasta el tercer piso del teatro.

A ello sumarán los sensores de temperatura que se habilitarán en el escenario. Hay que considerar que todo el sistema eléctrico del teatro será cambiado y se usará uno adecuado a las nuevas tecnologías y que sea compatible con el recinto histórico.

Todos estos resguardos deben garantizar que las obras realizadas en el teatro perduren por años. No hay que olvidar que la mayor restauración a la que fue sometido fue a fines de la década de los 80, tras el incendio de una casa vecina que casi destruyó el recinto de no mediar la oportuna y profesional labor de Bomberos.

Después de ello el teatro fue usado para actividades culturales, pero también licenciaturas de colegios, actos políticos y no se restringió su uso.

Cuando sea restaurado se debe aplicar una política de mantención seria. Iquique ha esperado casi ocho años para ver este centro cultural funcionando y por eso el proceso de restauración debe conllevar rigurosidad. Un dato no menor es que las empresas que postulen a las obras deben contar con arquitecto experto en restauración y un especialista en estructuras históricas.