Música obligada
El que todavía se escuché a Chopin, Beethoven, Mozart, Margot Loyola, Los Jaivas, Prokol Harum, The Beatles y tantos otros, es una prueba más que cuando hay calidad, se nota y la misma gente la valora y la transmite en el tiempo generación tras generación, por lo que no necesitaron de una Ley que obligará a escucharlos, ni nada que se parezca, cuando un músico, un cantante, un grupo tiene un producto de calidad, fruto de su trabajo, creatividad y profesionalismo, no necesita obligar a nadie para ser escuchado, aclamado y comercializado..., solo el trabajo, la calidad y la perseverancia traen la inmortalidad musical, nunca una ley…
Luis Enrique Soler Milla
Es necesario recordar las palabras que el economista Premio Nobel Milton Friedman, cuya visita a nuestro país cumple 40 años a fin de mes y marcó el inicio del Plan de Recuperación Económica, dijo en 1991: 'El real milagro de Chile no es cuán bien le ha ido económicamente; el verdadero milagro es que un gobierno haya querido ir contra sus principios e instaurar un libre mercado diseñado por seguidores de dichas ideas. Los resultados fueron espectaculares. La economía Chilena ha tenido mejores resultados que todo el resto de Sudamérica. En Chile, la presión por la libertad política, que fue generada por la libertad económica y los exitosos resultados económicos, terminó en un plebiscito que introdujo la democracia. Ahora, luego de largo tiempo, Chile tiene las tres cosas: libertad política, libertad humana y libertad económica. Chile seguirá siendo muy interesante de observar, para ver si puede mantener las tres simultáneamente.
En marzo se cumplen 11 años desde que se aprobara el divorcio en el Congreso y, aunque parezca increíble, aún no se corrigen normativas de la ley que a todas luces son vergonzosamente tolerantes, e incluso incentivan, el machismo, la violencia intrafamiliar y las infidelidades en el matrimonio. Para que una esposa se divorcie inmediatamente de un marido matón, todavía se le exige probar un atentado contra su vida o malos tratos graves. Es decir la señal que dio el Legislador es que la mujer debe aguantar y cualquier otro maltrato que no califique de grave propiamente tal. De las infidelidades, ni hablar. La trasgresión a la fidelidad de la pareja debe ser grave y reiterada. Usted se preguntará ¿qué tan grave debe ser el adulterio? ¿Y por qué no basta una sola infidelidad para mandar a la punta del cerro al desleal? ¿Con qué escala de valores trabajaron hace 11 años los honorables para establecer estos despreciables requisitos? ¿Habremos evolucionado desde entonces?