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Grace y Osvaldo: amor cultivado en 23 años

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La historia que leerá a continuación no se aleja de las que ha visto en la televisión: una relación imposible estigmatizada por una diferencia de 23 años de edad y en donde la lucha a lo largo de dos décadas le dio la victoria al amor incondicional de Grace Soto (38) y Osvaldo Bustos (60).

Esta pareja se casa mañana luego de 23 años de una relación que partió cuando ella, a sus quince años, se enamoró de un hombre mayor que representaría un gran desafío, pues sumado a la edad, Osvaldo estaba casado.

Por lo anterior, el futuro para ambos no pintaba su mejor historia, pues Grace debía enfrentar un camino cuesta arriba.

encuentro

Osvaldo cuenta que conoce a Grace desde que era, literalmente, una pequeña en el vientre de su madre.

"Yo veía a una señora que estaba embarazada. Poco después esa niña nació y, como un amigo cercano a la familia, siempre nos vimos", recuerda.

Pasó el tiempo y Grace, a los quince años, le confiesa su amor platónico. Allí comenzó su noviazgo, al que Osvaldo le toma un especial cariño, por ser una relación especial y muy sana.

Grace estudiaba la enseñanza media y Osvaldo se desempeñaba como enfermero del Ejército.

Sin embargo, no podían llegar a más, pues la edad y el matrimonio de Osvaldo no le permitían ofrecerle a Grace una relación estable y a la vista de todos.

"Por increíble que suene, nos enamoramos profundamente y por eso, no quería engañarla bajo ninguna circunstancia", relata Osvaldo.

Lo que sigue en su historia de amor es una dura separación, ya que Grace viaja para a Santiago para convertirse en una mujer profesional.

El destino de Grace cambió cuando puso en su vida un matrimonio que, lamentablemente, no fue el esperado para ella.

Por su parte, Grace comenta que decide alejarse de toda la situación porque no le resultaba sencillo haber tenido ese primer fracaso y seguir amando a Osvaldo.

El dolor de la separación dura poco, pues el tiempo los une nuevamente ya que Grace se traslada a Calama por su trabajo.

Grace y Osvaldo comenzaron a verse esporádicamente en los viajes cortos que la enamorada hacía a Arica y sucedió lo inesperado: Grace quedó embarazada.

negación

Para Osvaldo resultaba imposible que ese pequeño ser humano fuese su hijo, pues Grace salía recientemente de un matrimonio.

"Yo me negué a la idea y ella prefirió seguir su vida normal sin exigir que me hiciera cargo del embarazo", explica Osvaldo.

Pero la vida le daría una lección, pues nació una pequeña con necesidades especiales que batalló con todo para llegar al mundo y volver a unirlos.

La pequeña lleva por nombre Graceychelt y no fue hasta dos años después de su nacimiento que Osvaldo verificó, a través de una prueba de paternidad, que efectivamente era su hija.

"Lo nuestro había que definirlo y por ello terminé con mi matrimonio para organizar mi vida junto a Grace", manifiesta Osvaldo.

nunca es tarde

Grace cuenta que en esta parte de su historia habla directamente con la ex esposa de Osvaldo, en una conversación de damas en donde le pide, por favor, los deje comenzar su vida de manera correcta.

"Le dije 'yo sí lo amo y he esperado mucho tiempo, sin robárselo'. Ella comprendió y preguntó por qué a lo que respondí que nunca es tarde para ser feliz", recuerda Grace.

En agosto del 2011 comienzan a vivir juntos y Grace queda nuevamente embarazada de Osvaldo.

Esta vez unos gemelos vienen en camino, pero una diabetes gestacional impide su llegada a la nueva pareja.

"Quedamos muy conmovidos. Pero Dios sabe por qué lo hizo de esta manera", agrega Osvaldo.

No obstante, para los enamorados el futuro les traería una nueva bendición, pues llega otro fruto de su amor: el 11 de septiembre de 2011 nace Kalbeltrz, un niño que viene a acompañar a la dulce Graceychelt como su hermano menor.

"Nos cuidamos mucho con el pequeño, pues queríamos que tanto ella como el niño estuvieran sanos y el nacimiento fuese sin problemas", cuenta Osvaldo.

Estos dos pequeños son los únicos hijos de Osvaldo, quien no tuvo hijos en su primer matrimonio y que significan para la pareja la alegría más grande de sus vidas.

Superados estos desafíos, ambos llegaron hace escasamente un mes a Iquique desde Arica para recomenzar su historia.

La pareja está felizmente instalada en Iquique para empezar su camino como esposos y esperando que la ciudad los cobije como familia.

"Nosotros tenemos un mensaje muy bonito: tu primer error, va a ser el último", dice Grace.

A su juicio, tener 23 años de diferencia no es fácil pues son muchos los altos y bajos que han sabido sobrellevar, gracias al amor que los une desde hace exactamente 23 años.

"Yo me siento muy honrada por ser su pareja. Lo adoro infinitamente y espero que acá la tierra y en el más allá siempre estar juntos", comenta la feliz novia.

La pareja dice que los comentarios de la gente los tiene sin cuidado, ya que su amor demuestra que está por encima de cualquier adversidad.

"La sociedad dirá que son muchos años los que nos separan, pero acá no hay arrugas, solamente amor de corazón", apunta la futura esposa de Osvaldo.

Grace manifiesta que Osvaldo, su casi esposo, es el hombre que a toda mujer le gustaría tener a su lado, mientras que él dice que ella es una mujer excepcional que lo mantiene con las ganas de seguir luchando por esa historia de amor que, a su juicio, apenas comienza en la tierra de Campeones. J