"Las mujeres de hierro" de la Gran Feria de Hospicio
Son cuatro las asociaciones que conforman la federación gremial de la Gran Feria de Alto Hospicio, ubicada en avenida Los Álamos, entre Teniente Merino y Las Parcelas: Asograf, Huantajaya, La Vega y Santa Laura.
Sin embargo, a dos de sus dirigentas las bautizaron como "las damas de hierro", porque se han empecinado en lograr mejoras para el recinto comercial, a través de proyectos y programas gubernamentales.
Se trata de Gaby Valenzuela y Olivia Soto, quienes comenzaron a trabajar, como la mayoría de los locatarios de la Gran Feria, en los alrededores del gimnasio techado, como comerciantes ambulantes.
Gaby Valenzuela, presidenta de la agrupación Santa Laura, se remonta al año 1999, para recordar sus labores en la tierra, con mercadería instalada en el suelo, en paños.
"En ese momento el alcalde gestionó su proyecto para el gimnasio techado. Nosotros pagábamos permiso municipal pero tuvimos que venirnos para acá. Nos organizamos como federación y la municipalidad nos exigió urbanizarnos, tener luz, agua, alcantarillado y baños", cuenta.
"Todos empezamos a trabajar por la misma necesidad que significa ser dueña de casa, vivir solas, con hijos y subsidios familiares. Es difícil encontrar trabajo, por eso uno empieza a trabajar el cachureo como ambulante. Lo bueno es que se nos presentó la oportunidad y nos dimos cuenta que teníamos que surgir", añade.
Hoy, la Gran Feria cuenta con 311 locales y 260 socios, ya que un socio puede tener más de un local. La mayoría son jefas de hogar y trabajan vendiendo mercadería, ropa, productos americanos, así como en cocinerías.
Eso sí, cuenta la dirigenta, está prohibido usar los locales como bodegas. Si hay locales cerrados es porque algunas señoras están arreglando sus puestos, se van más temprano o están enfermas. A los otros se les hace llegar una amonestación.
AMBULANTES
A fines de los noventa, tanto Olivia como Gaby comenzaban en el comercio ambulante junto a sus hijos. "No teníamos como llevarlos al colegio. Dejábamos nuestras cosas en paños, en el suelo, pagábamos a una casa para que nos guardaran la mercadería, pero siempre con permiso. Después, la mayoría se vino para acá, y los que no, se quedaron allá peleando con el alcalde", recuerda Gaby.
Sobre quienes se negaron a la feria estable para permanecer en el comercio callejero, Valenzuela cuenta que la idea es surgir y no quedarse en la vulnerabilidad.
"No estar con los bultos de arriba para abajo, que nuestros hijos tengan algo para cuando yo ya no esté. Nuestra situación ha mejorado mucho, el cambio nos ha servido. Una de mis hijas está en la universidad y puedo pagarle sus estudios. Sabemos que a futuro nos irá mejor", asegura.
Pero la competencia se mantiene y las dirigentas lo reconocen. "Las ventas han bajado, sobre todo los fines de semana, porque está La Quebradilla", reconoce Gaby, refiriéndose a la gran cantidad de personas que llegan a este "persa" ubicado en avenida Los Pepinos en Alto Hospicio.
"La Quebradilla ya no es sólo cachureo, ahora hay verdaderos empresarios" , agrega, exigiendo una competencia equitativa.
"Acá no es malo, no vamos a llorar. Hemos ganado proyectos, mejorado nuestra calidad de vida y nuestro entorno de trabajo. Caen monedas, puedo pagar mis cuentas, darle educación a mi hija", dice.
"Antes La Quebradilla estaba acá en Las Parcelas. Nosotras también estuvimos ahí y nos hicimos nuestra clientela. Tampoco puedo desmerecer el trabajo en el suelo como ambulante, pero reconozco que es más sacrificado, quemada al viento, a la tierra", concluye Gaby.
"Nos gustaría que todos estuvieran establecidos como estamos nosotros ahora. Sería bueno que se acabara el comercio ambulante. A nosotros nos prometieron eso, pero tampoco podemos desmerecer su trabajo, porque hacen lo mismo que hacíamos nosotros cuando estábamos recién empezando" , cuenta su compañera, Olivia.
PROYECTOS
Olivia Soto, presidenta de la agrupación Huantajaya, es otra de las "damas de hierro". Soto está segura que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet hizo mención a la feria hospiciana, aunque, eso sí, no lo escuchó personalmente.
"A penas salió en las noticias, mi hija me llamó y me dijo 'la Presidenta está hablando de tu feria en el lanzamiento en Santiago afuera de La Moneda, la emblemática gran feria de la Zona Norte de Hospicio", asegura.
El mensaje lo habría dado la mandataria en el lanzamiento del Fondo para el Desarrollo de Ferias Libres del Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec.
A partir de esto, Olivia recuerda que la federación feriante ha ganado ya tres proyectos y se apresura a ganar un cuarto.
"Esto antes era un sitio eriazo, lleno de rocas y hoyos. En eso consistió el primer proyecto, en realizar un estudio de suelo e infraestructura"
Ese fue el punto de partida. Según cuenta la dirigenta, el segundo proyecto consistió en mejorar el techo e instalar cerámicas, el tercero fue la pintura de los locales, el acopio de basura y las cámaras de seguridad. Porque ese es un punto que ellas destacan.
"Somos la única feria que tiene más de cuarenta cámaras de seguridad. Dos domos que se mueven y salas de vigilancia, información y reuniones", dice Soto sobre el tercer proyecto.
Ahora están postulando a un cuarto fondo para reforzar los pilares y construir un segundo piso con material ligero, vulcometal, dice Olivia, quien se dedica a la venta de línea blanca nueva: hervidores, jugueras, batidoras, ollas. "Las compró en Zofri y las vendó acá", cuenta.
Antes comenzábamos a las cinco y media de la mañana a trabajar, a veces con mi hijo, con una carretilla, ahí echábamos toda la mercadería, cosas usadas, ollas, platos, cucharas usadas, y nos ha cambiado harto la vida. Me sacaba la mugrienta para llevar la comida a la casa, porque yo he criado sola a mis tres hijos", recuerda.
"Hemos trabajado cuántos años, codo a codo, la hemos sufrido pero hemos logrado todo lo que hemos querido, hasta el momento. Si uno quiere surgir en la vida, tiene que echarle ganas y tirar para arriba, no desmoralizarse. Quien tiene ganas de surgir tiene que pasar por mil y una cosas", aclara la vendedora.
Gaby cuenta que a mediados de abril podrían hacer efectiva la compra de los terrenos a Bienes Nacionales, y dejar de pagar arriendo al municipio, que tiene el comodato. Antes de esa fecha deben tener el 10% de una cifra que no quieren revelar.
Sobre el sobrenombre "damas de hierro", Olivia recuerda cuando hace unos días, en el lanzamiento del programa de Ferias Libres en Tarapacá, un representante de Sercotec las bautizó como "las damas de hierro de la Gran Feria de Alto Hospicio".
"Hemos hecho todos los proyectos y los hemos ganado", reconoce la dirigenta de la emblemática feria de la comuna. Por eso, dicen, tienen ese apodo. J