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Escuela Domingo Santa María

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Hace ya algunos días las principales autoridades de la región concurrieron a la primera y principal escuela pública de la región, la Escuela Domingo Santa María, a dar el inicio del nuevo año escolar.

No es primera vez que en su historia ocurre, sin embargo veo que se desperdició la oportunidad de reinaugurar este moderno edificio y reinaugurar tiene varios sentidos.

El principal es que la autoridad emana del pueblo, así Sebastián Piñera fue ungido por el pueblo para conducir los destinos de la nación. Que el edificio se haya realizado en su administración es motivo de orgullo para sus adherentes y de respeto para sus opositores, pero en ningún caso se debe ignorar y caer en la ingratitud. En segundo lugar, la actual administración se ha comprometido en impulsar la educación pública y recuperar el liderazgo que ejercía. Que mejor que iniciar la senda en la primera escuela, además se deben dar señales concretas de escuchar a los actores sociales, se debe dar inicio a la desmunicipalización de la educación para evitar las aventuras de los alcaldes en la educación.

Hay que recordar que el alcalde (Jorge) Soria propuso en su momento realizar un jardín infantil para las madres de Alto Hospicio en las instalaciones de la escuela. En tercer lugar hacer el análisis porque se demoró 9 años en reconstruirse, en circunstancias que lo que menos ha faltado ha sido dinero. Anteriormente había una institución del Estado, la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales, fundada en 1937 y abolida en 1987, durante su prolífica existencia más de 120 colegios fueron realizados sin manchas de corrupción e incluso desde el gobierno de Frei Montalva hasta Jardines Infantiles se comenzaron a construir.

Actualmente la reconstrucción queda a cargo de las municipalidades y como hay algunas que no tienen capacidad, se tiene que acudir el Ministerio de Obras Públicas (MOP) en su auxilio, como ocurrió acá en Iquique y en varios puntos del país.

Será tiempo entonces de recuperar estas instituciones que le dieron brillo al país.

Creo que estos motivos son suficientes para reinaugurar, para dar alegría y esperanza en la educación pública. Pero a pesar de haberlo solicitado en forma reiterada, no está en el ánimo de las actuales autoridades, reconocer el esfuerzo de sus antecesores. Entonces solo me queda reiterar mi agradecimiento a la señora Luz Ebensperger, a Vladimir, a Andrés, a María Eugenia, a los prevencionistas y a todos esos obreros que se esforzaron por no derramar ni una sola gota de sangre sobre terreno con demasiada sangre ya derramada, sin su encomiable esfuerzo no habríamos tenido Escuela Santa María.

Muchas gracias.

Iván Cardemil López,

ex alumno Escuela N° 1

Domingo Santa María

de Iquique.