l Son 14 mil las viviendas afectadas por el desastre en toda la región de Atacama, según informó el subsecretario de Vivienda Jaime Romero, en un balance preliminar.

Las cifras, según Diario El Atacama, corresponden a una primera estimación, de las cuales, añadió la autoridad, "al menos unas cinco mil presentan mayores daños y que son las que estarían en el paso de la bajada de la quebrada Paipote".

Los daños que presentan las viviendas afectadas van desde las filtraciones en techumbre, el ingreso de lodo, mientras que otras presentan pérdida total generadas por el alud y el impacto de la lluvia. "El dato más fino que nos permitirá determinar cuál es el nivel de daño de cada vivienda lo vamos a recoger a través del catastro que hagamos los respectivos equipos de la Seremi y Serviu regionales junto al apoyo de equipos que también vendrán de otras regiones", explicó el subsecretario Romero. J

Trabajadores de la Frutícola Atacama dieron a conocer que había funcionarias en San Antonio que al momento del aluvión se encontraban en un perímetro cerrado y que por ello quizás no lograron salir del lugar.

Una de ellas relató a Soycopiapó que "pensé que iba a morir" y que efectivamente estaban en containers que no estaban cerrados, pero que el campamento tenía el portón con llave.

Una de las trabajadoras de la Frutícola Atacama logró ser rescatada por su esposo y su hijo tras el aluvión que afectó a San Antonio, está con una herida grave en una de sus piernas. Una de sus mayores inquietudes es qué pasó con sus compañeras.

Cuenta que se enteró que hubo mujeres que lograron salvarse, pero cree que otras no lo hicieron.

Dijo que una de sus compañeras que estaba junto a ella está desaparecida. Al momento del aluvión "estábamos en la pieza, sólo sentimos un zumbido, salí a la puerta, yo vi que las niñas corrían para arrancar y una compañera me agarró y me tiró a la pieza adentro. Quedé atrapada en el container. No salimos todas, en la pieza mía habíamos tres y salimos dos no más. En las piezas había ocho camas, en cada pieza había ocho personas, pero en la de nosotros había tres. Las otras niñas salieron arrancando, pero igual las agarró porque estaba cerrado, no había para donde arrancar", señala al señalar la situación de los otros containers que serían por lo menos unos cinco.

La trabajadora relata que se enteró por otras personas que algunas de ellas lograron salir del recinto gracias a que "se vinieron panderetas abajo y algunas pudieron salir". J