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Ruidos Molestos

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Los niveles máximos permitidos de ruido en los lugares de trabajo es de 85 decibeles, según el artículo 75 del Decreto Supremo N° 594, de 2000, del Ministerio de Salud.

Sin embargo, en las vías públicas de nuestra ciudad circulan vehículos que superan ampliamente dicho límite, que son los automóviles a los que les cambian el silenciador por un dispositivo llamado "tronador" o motos con "escape libre" que cometen la Infracción por Ruidos Molestos y propagan la contaminación acústica a los vehículos estacionados que activan sus sirenas de alarma.

¿Qué hacen los Carabineros de Tránsito que no los fiscalizan? Y en las Plantas de Revisión Técnica ¿Por qué los permiten? Exijo una explicación.

Waldo Alfaro Alfaro.

Labores legislativas

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Se reanudan las funciones legislativas y fiscalizadoras en el Congreso.

¿Cuántos senadores y diputados del centro-norte llegarán embarrados hasta el cuello a las sesiones de sus "Comisiones", en la sucursal santiaguina, y cuántos del centro-sur, llenos de tizne, hollín, y con pronunciado olor a humo, tras el sagrado y movido trabajo distrital? ¿Cuántos faltarán a ellas, por "actividades propias de la labor parlamentaria", la muy tonta excusa para sacar la vuelta? El jueves 2, ¿trabajarán jornada completa o sólo media, tanto en sala, como en comisiones, en Valparaíso, por ser víspera de Viernes Santo, día de reflexión y/o de oración, pero no de solaz?

Jorge Saavedra Moena.

Baños en los buses

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Por razones obvias y comprensibles en los buses de trayectos largos ( interprovinciales) está prohibido hacer algo más que orinar, por lo tanto, hay que prepararse con bastante anticipación para las otras necesidades.

Sin embargo y a pesar de su uso restringido, muchos de estos baños dejan mucho, y a veces más que mucho, que desear, pues el mal olor en algunas ocasiones es insoportable. Muchos usuarios, por lo general, llevan una que otra cosita para servirse durante el viaje, pero en las condiciones señaladas, difícilmente dan deseos de comer algo.

Ojalá que las empresas saquen unos pesitos de sus exiguas ganancias y se preocupen de comprar desodorantes para purificar el ambiente y cloro para desinfectar las tazas de los baños. Tomen en cuenta que son personas las que viajan.

Jorge Valenzuela Araya.