De distintas ciudades del país llega la ayuda a las regiones de Antofagasta y Atacama, pero especialmente tres iquiqueños partieron de forma voluntaria a ofrecer colaboración en distintas comunas afectadas.
Diego Sepúlveda fue el primero en partir. La familia de un amigo de infancia vive en Diego de Almagro y tras conocer lo que había ocurrido no dudó en ir a prestar ayuda. Se fue a dedo y su viaje duró 23 horas. Todo valía con tal de llegar.
"Decidí que tenía que viajar por la mamá y hermanos de mi amigo porque yo me siento parte de su familia", explicó Diego, quien se quedó a colaborar en el albergue de la comuna uniéndose a Bomberos y un grupo de jóvenes voluntarios de Diego de Almagro.
En el lugar, Sepúlveda conoció a Eduardo González (72), un lugareño que perdió su casa luego que las paredes del cementerio local cedieran ante la fuerza del agua, generando un alud que derribó su hogar.
"Él es un ejemplo de padre de familia, era voluntario del albergue y ayudaba a todos pese a que perdió su casa completamente. Siempre levantaba el ánimo a la gente del albergue", comentó.
Para Diego, la experiencia vivida lo dejará marcado para siempre. "Conocí gente muy luchadora y esforzada. No me arrepiento de haber viajado esas 23 horas a dedo. Ahora regreso a Iquique con el corazón lleno".
AGUA POTABLE
Cristopher Adones Gutiérrez (31), es voluntario de la ONG Adra Chile, y lidera un grupo de cinco técnicos especialistas en agua y saneamiento. El ex integrante de la Compañía N° 12 de Bomberos en Iquique, se trasladó hasta Copiapó para colaborar.
"Llegué el sábado y estamos analizando la calidad del agua y ver si se le puede aplicar un tratamiento a través de cinco bombas purificadoras que traemos", mencionó Adones, agregando que en Copiapó la situación no es tan crítica como en otras comunas.
"Queremos ir a localidades como Tierra Amarilla o Paipote, donde no están llegando los camiones aljibes, ni el agua potable. Esperamos encontrar fuentes de agua dulce que podamos tratar y ayudar a la gente".
El iquiqueño, que actualmente vive en Quilpué, agregó que "puntualmente estamos purificando el agua y educando acerca de su correcto uso".
barro y lluvia
Iván Pereira Pizarro estudia en la Universidad Católica del Norte, en Antofagasta, donde vivió en carne propia la catástrofe y se organizó con otros estudiantes de la residencia universitaria para ir en ayuda de sus vecinos.
"Entre 35 compañeros nos dividimos la cuadra por sectores para ir corriendo el agua que baja de la Quebrada Uribe. Sacamos el barro de las calles y logramos extraer un auto que estaba enterrado".
Para Pereira el panorama en la región es complicado. "En Quebrada Uribe hay casi 50 casas en el suelo. Se ve todo muy complejo, el sector tiene muchos problemas para que puedan llevar una buena calidad de vida". J