Armas en las calles
La tenencia de armas en Chile hasta hace algunos años no representaba una gran amenaza para la ciudadanía. Si bien existían y las autoridades estaban conscientes de aquello, no llegaban comúnmente a manos de delincuentes, sin embargo, producto de factores como el narcotráfico y el recrudecimiento de la violencia, este escenario cambió radicalmente.
Con el objetivo de combatir este complejo problema surge la disposición 20.813 que modifica la Ley de Control de Armas y el Código Procesal Penal, aumentando las penas por portar de manera ilegal un arma, considerado sanciones de hasta 5 años de cárcel, los que se deben sumar a la pena correspondiente al delito de base.
Es decir, en el caso de un robo con intimidación la sanción puede alcanzar hasta 20 años, a la que se sumará la condena por porte ilegal -de hasta 5 años-, con lo que podría llegar a 25 años de cárcel.
En Tarapacá se registran 33 denuncias por porte ilegal de armas este año, sin embargo la ciudadanía tiene otra percepción debido a los recientes hechos delictuales, donde principalmente jóvenes son protagonistas de balaceras y ajustes de cuentas entre pandillas o bandas dedicadas al tráfico de drogas.
Algo que acrecienta el temor es que estos jóvenes suelen presumir sus armas en páginas de Facebook, donde copiando el estilo del cine estadounidense las muestran como trofeos y se jactan de los delitos.
Actualmente es común escuchar las balaceras nocturnas, incluso en el sector centro de la ciudad, donde se han registrado heridos y hasta menores involucrados.
De acuerdo a estos antecedentes y a la proliferación de las armas, sean estas convencionales o hechizas, es necesaria una mayor intervención de parte del Estado. Un avance es el Plan Microtráfico Cero que realiza el Gobierno desde el año pasado y que busca desbaratar los grupos que se dedican a la venta de estupefacientes al menudeo, para lo cual se conformarán 98 equipos especiales con 400 policías. El plan costará 5.175 millones de pesos al Estado, que se suma al esfuerzo que desde 2010 se hace con el plan Frontera Norte que se encarga de pesquisar droga en grandes cantidades.