Nos toca conmemorar los dos terremotos que nos golpearon hace un año con la mirada puesta en la catastrófe natural que ahora afectó a nuestras regiones vecinas y en el contexto de Semana Santa que, más allá de las creencias de cada uno, es un momento que invita a la reflexión y a la serenidad.

Basta circular por las calles de la ciudad para ver aún las consecuencias de los terremotos y así como todavía están visibles esos daños también quedan efectos que no se perciben a simple vista y de los cuales tardaremos más tiempo en recuperarnos.

En estos días, cuando observamos las imágenes del drama que azota a nuestros compatriotas, sabemos que con el esfuerzo propio y la solidaridad del resto se sale adelante.

Una mirada optimista siguiendo el dicho popular que sostiene que "no hay mal que por bien no venga" nos lleva a mirar que estas desgracias generan oportunidades insospechadas como por ejemplo se despierta el trabajo en equipo y caminos nuevos para avanzar y reconstruir.

Como han dado a conocer los medios de comunicación, hace unas semanas, en mi calidad de Presidente de Zofri S.A., me reuní en La Moneda con las más altas autoridades políticas del país. El motivo: analizar las propuestas elaboradas por el alcalde de Iquique orientadas a potenciar el desarrollo de la región y también de la zona franca. También se conversó sobre otras localidades del norte y la preocupación que ya existía en las autoridades acerca de su presente y futuro.

Ahora más que nunca cobran mayor importancia instancias de conversación, estudio, discusión, análisis y propuestas de todo lo cual deben surgir ideas nuevas que vayan en beneficio de nuestro norte.

Algunas de las iniciativas que se han planteado y que aún requieren ser analizadas y estudiadas en todas sus dimensiones de factibilidad y viabilidad, personalmente creo que resultarían muy convenientes para el sistema franco y, por lo mismo, para los habitantes del norte.

El futuro del norte pasa por sus habitantes, por las personas, de ahí surgirá la creatividad, el trabajo y el esfuerzo que exige cualquier reconstrucción.

Muchas veces nos quejamos de la falta de áreas verdes en la ciudad.

Un reciente estudio del Centro de Inteligencia Territorial de la U. Adolfo Ibáñez, señala que Iquique cuenta con 1,37 mts/habitante de áreas verdes de uso público y Alto Hospicio 2,19 mts2/habitante.

Aunque lejano a los 9 mts2/habitante que recomienda la Organización Mundial de la Salud, hay que reconocer que se vive en el desierto más árido del mundo.

Una gran iniciativa fue la que implementaron los vecinos de la población Manuel Castro Ramos, que permitió crear huertos urbanos que son un aporte al aumento de las áreas verdes de la ciudad.

No obstante lo más importante de esta iniciativa es que es económicamente sustentable, en una ciudad donde el agua es escasa y costosa.

Los vecinos plantan acelgas, lechugas y tomates cherry, lo que les permite, además de aumentar las áreas verdes, obtener productos que les sirven para su alimentación.

La idea es interesante desde el punto de vista vecinal, donde se pueden aprovechar sitios eriazos, antejardines y sedes vecinales. Además del apoyo del municipio podrían existir otros fondos que potencien estas iniciativas.

Muchas veces se intenta plantar árboles, donde Conaf desde hace algunos años está en campaña para regalar especies arbóreas de la zona y que no necesitan gran cantidad de agua para sobrevivir, sin embargo esta iniciativa de los vecinos del sector Castro Ramos sin dudas pone un valor agregado adicional al contribuir económicamente a las familias.

Este tipo de plantaciones podría proliferar aún más, con un apoyo técnico a los vecinos. Con algunas capacitaciones del Servicio Agrícola y Ganadero ellos mismos podrían controlar de forma natural la aparición de algunas plagas y mejorar la calidad de lo que producen.

Si bien para los que tienen departamento es más difícil, salvo en las áreas comunes, en los barrios tradicionales, que se caracterizan por poseer viviendas de grandes espacios, sería una excelente forma para cuidar el medio ambiente y otorgar un pulmón más a la ciudad y ahorrarse algunos pesos.